jueves, 19 de marzo de 2015

CONFLICTO SOCIAL Y DIOS DE POR MEDIO

Cristo de Velázquez
 Plantear el asunto divino con el sufrimiento humano del país, en que nos metió la declaración presidencial con el “Dios proveerá”, nos convoca a detenernos a pensar en este tiempo de Semana Santa. Si el país está mal, ¿cómo me va a ir a mi bien? La marcha del colectivo social pauta las condiciones en que los problemas de cada uno deben subordinarse al problema de todos. Como en Venezuela nos está yendo mal a todos, la salvación viene si actuamos juntos. De lo contrario, aquí no se salva nadie, ni Dios como dice el argot que recoge el poeta Blas de Otero: ME LLAMARÁN. Entonces Dios se convierte en nuestro problema-límite de salvación. El Corifeo toma la palabra de cara al poder de dominación: SALVAR A DIOS EN VENEZUELA. Como el poder tiene un tremendo aliado: nuestro narcisismo cultural, nos sobreviene el problema en NARCISISMO Y SOCIEDAD de cómo luchamos contra nuestra fuerza antisocial con que nos arropa nuestra cultura matrisocial. El problema es gravísimo porque invocar a Dios impunemente, suena a un resuello mítico negativo: el poder va a impulsar el sufrimiento hasta donde llegue: al infinito, porque el poder es insaciable.

 ME LLAMARÁN


Me llamarán, nos llamarán a todos;
Tú, y tú y yo.
Nos turnaremos en torno de cristal ante la muerte,
y  te expondrán, nos expondremos todos,
a ser trizados…¡Zas! por una bala.
Bien lo sabéis.
Vendrán por ti, por mí, por todos,
y también por ti.
Aquí no se salva ni Dios; lo asesinaron.

Escrito está, escrito está,
tu  nombre está ya listo,
temblando en un papel.
Aquél que dice:
Abel, Abel, Abel o yo, tú, él.

BLAS DE OTERO, en PACO IBÁÑEZ: La Poesía Española de Ahora
y Siempre, Madrid 1975, Polydor, estéreo 24 67 016,
Música y canto: Paco Ibáñez
Vista y pintura: Ortega.


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