lunes, 28 de junio de 2021

CORIFEO EN "CONTRADANZA A LA EMBESTIDA POLÍTICA"

Sinopsis

El corifeo conducía los coros de danzas y cánticos en las ciudades griegas, y se conectaba con el público para animarle a entrar en el acontecimiento teatralizado. En este libro, como en un parque temático, el autor hace de corifeo al condensar en sus ensayos, el imaginario con las preguntas más sensibles, por urgentes de vida, de la política venezolana. Se asiste a la verdad de las víctimas; a la resistencia en estado de salvación; a la siembra en la soledad del país; a la promesa política, al embrollo cultural y al desafío del pensamiento en sus trincheras; a la ciudad totémica con voces de libertad anti-tiránicas; a la muerte y resurrección del pueblo. La ofensiva del poder del estado se siente en la contraofensiva del pensamiento que se pregunta por el fondo étnico y la mampara social que deniegan de boca y, al fin colaboran sin saber con la política socialista: allí, regresiva y cerrada, destructiva en su etapa anal, está obrando la etnocultura. Una crítica por dentro de esa cultura (matrisocial) es perentoria para pasar del desahucio al anuncio de un futuro mejor, como hacía el profeta bíblico. Es la tarea ultra-corifeo de vislumbrar, en la reconducción política, la salvación del pueblo y de Dios en la Venezuela de hoy.

 


 

COREGAS EN "VARIACIONES CON TEMA MATRISOCIAL"

Presentación:

Se dificulta la gran tarea de los proyectos.

Recibían el nombre de corega o corego los ciudadanos ricos de los estados griegos, los cuales tenían que aportar recursos de organización, equipamiento y favorecer la enseñanza en los coros de danza y canto con referencia a los concursos dramáticos y musicales. Khorein era el baile que asocia la disposición del conjunto de personas ejecutantes; el sufijo de ga o go proviene del verbo agein, en latín ago: conducir, accionar, agenciar. Corega se identificaba con el agente que a sus expensas ejecutaba ideas, proyectos, recursos, como logística de las actividades artísticas que deben tener lugar. El trasfondo de ese deber en el corega se vinculaba con la prescripción cultural del sector social alto.

Para desarrollar su deber, el corega tenía que organizar las actuaciones no sólo con sus propios recursos, sino también aportar su experiencia en desarrollo de proyectos. Si en la actual diferenciación del desempeño económico se separan las ideas, los proyectos, los recursos financieros y los implementos de ejecución de las obras, el corega en una sociedad capitalista suele ser el designado para que aporte los recursos financieros: este papel resultante aparece como el de un agente exterior y pasivo respecto de la ejecución artística. Pero en una sociedad con intención creativa, el corega implica al inventor de cosas; en este caso, sería un agente involucrado de cerca e interior en la ejecución artística, pues además de los recursos económicos entra en el proceso del aporte de ideas, proyectos, organización, a partir de su experiencia en asuntos que va viendo en el trayecto de vida.

En el presente libro, se trata de un corega que ostenta entre sus manos los temas como motivos a inspirar y desarrollar, obtenidos en la etnografía venezolana, actuada como una experiencia de ver cosas en el viaje de la investigación científica. La ocasión lo representa el montaje del blog cuya dirección es http://pensamientosantropologicos.blogspot.com Son temas de carácter sociocultural, diferenciados como especie de los problemas que dirigen los corifeos turgentes de carácter sociopolítico. La diferencia se basa en que el corega impone un contexto de enseñanza/aprendizaje para motivar como intelectual una cultura de sociedad. El período que el blog desarrolla se identifica con el segundo decenio del siglo XXI, en el que el criterio de la paradoja que se cierne entre la profundización de la revolución bolivariana y el declive optimista de la misma en la sociedad venezolana. El período concluye con la instalación de una asamblea constituyente de un modo ilegítimo e ilegal el 30 de julio de 2017. Este hecho por su pretensión de asumir el poder absoluto como definitivamente totalitario, marca un antes y un después en el trayecto de la cultura política venezolana y ello afecta al modo de plantear de nuevo los problemas de la contraofensiva desde la sociedad, y de la sociedad misma.

En torno a la contradicción conjetural existe un fondo cultural y se generan procesos sociales que hay que prever en la dinámica de la estructura social para resituar los criterios no sólo de la reflexión, sino también de la argumentación ética y de la aplicación mayéutica. Si una medida de intervenir por parte de los corifeos resulta directa, brusca y de repente fracasada pese a lo ingenioso del momento, orientarse por los márgenes puede auspiciar mejores resultados para la enseñanza/aprendizaje por ser una medida indirecta, oblicua, proporcionada por el tema cultural. Porque el contenido de los resultados implica a la enseñanza alternativa de una cultura social de carácter afirmativo. Ello exige la invención de ideas frescas, proyectos actuales, tanto en torno al trasfondo cultural como en torno a la dinámica social. Trasfondo y dinámica que están incrustados en realidades de familia, en ficciones de sociedad, pensamientos e ideologías (mentalidades), ética de la ciencia y estética de la amistad, valores de contemplación y valores de la diáspora densificada en todas las direcciones como experiencia de adquirir el plusvalor del que actúa desplazándose en otras realidades.

¿Qué motiva al corega en América Latina y en especial en la Venezuela de la revolución bolivariana? La falta de ideas, propuestas y proyectos, financiamientos e implementos para poder jugar en la sociedad y poner a valer a ésta misma haciéndola. Por lo tanto la idea de una antropología aplicada con motivo de los insumos que recoge como motivos este libro a partir de la experiencia del montaje del blog y su trayecto a través de las preocupaciones de la sociedad. Su inspiración ocurre a lo largo de la trayectoria por preguntarse sobre el problema de identidad y proyección latinoamericana, y en especial venezolana; pero ocurre puntualmente a partir de la entrevista a Roberto Mangabeira, ex ministro de Lula cuestionando el modelo de integración regional: “El proyecto suramericano es una fantasía en la que prosperan ilusiones retóricas” (El Nacional, Caracas, 24 de marzo de 2013).

En los textos de los coregas no se ingresa en concreto a los modelos de integración regional, sino en lo que ocurre dentro de los márgenes de ese problema y que Mangabeira considera condiciones sustanciales de por qué no existe ese modelo y cuál sería el camino para obtenerlo. La crítica inmanente arranca de que “hay toda una nueva sociedad mestiza que viene de abajo, llena de energía y sin instrumentos. Ese es el drama y no puede ser resuelto por ninguno de los caminos dados hoy en América del Sur”. Fantasías de ilusionismo y proyectos de realidad son irrealidades o ficciones; los diferencia lo ilusorio de una parte y lo real confrontado por otra. Con lo ilusorio no se puede trabajar la realidad y por lo tanto llevarla a su transformación; cuestión contraria ocurre con el proyecto levantado sobre lo real y para llevar a cabo su transformación; esta es su verdad, que es necesario aplicar.

¿Qué ha venido pasando en Venezuela con la revolución bolivariana?

“La muerte de Chávez no cambia nada sustancial. Es muy importante para el pueblo venezolano pero el problema de fondo de América del Sur es el mismo antes y después de su muerte: la falta de un modelo de desarrollo que abra el camino para el futuro”…“En América del Sur hay muchas buenas intenciones, pero pocos proyectos de cambio estructural. Vivimos aún bajo un colonialismo mental. Nuestras instituciones son todas importadas”

¿Qué hacer? Mangabeira no duda: “La gran tarea sería instrumentalizar con oportunidades económicas y equipamiento educativo adecuado, ese torrente de energía que se está perdiendo y generar una democracia que no necesite de la crisis para permitir el cambio”

¿Cómo se genera la raíz de esa gran tarea?

Con una rebeldía intelectual al servicio de la innovación institucional, es la conclusión sintética de Mangabeira. Esta rebeldía de lo social debe atacar y perforar el cerco impuesto por el poder, de un lado, el del Estado, y de otro, el de las ideas insertas en el imaginario popular. Ante ese cerco, Mangabeira termina proponiendo, para América del Sur, una insurrección intelectual. Nos interesa el cerco instalado por la costumbre matrisocial al pensamiento de la cultura social, aunque lo matrisocial recubre también al modo de hacer el Estado.  

¿Qué es lo que impide la formulación de proyectos en América del Sur, y en especial en Venezuela debido al trasfondo cultural tejido por el imaginario popular? Arriba se han indicado los temas del margen como la familia y el edipo infantilizado, el de una sociedad sin padre, la fiesta y la felicidad cultural pero no social, la propuesta de la amistad y la tarea de la ciencia con miras ejemplares, siguiendo con este propósito las ideas del avance del transitar en el afuera nacional como génesis de un plusvalor universal tanto en el reconciliado con América Latina como en el exiliado con proyección internacional. Dichas propuestas tienen el objetivo de propiciar respuestas en la enseñanza de lo social en Venezuela.

 Los problemas expuestos en los temas se refieren a diagnósticos sobre las dificultades de la tarea de generar y seguir proyectos porque impiden perforar el cerco del poder que ostenta el imaginario popular: la cultura matrisocial atenta contra el surgimiento de instituciones sociales, le sigue que una sociedad sin el símbolo paterno aparece dominada por el símbolo absoluto y regresivo de la madre, allí puede haber mucha patria pero a costa de no tener país ni futuro, y, por lo tanto, ni la patria, ni el pasado, ni las instituciones están garantizadas debido a las arbitrariedades del ser cultural sin medidas.

 Resaltan dos problemas: el político y el etnopsiquiátrico, el de un pueblo debilitado políticamente y el de la madre mártir junto a un edipo no desarrollado. Los dos problemas se conjugan mutuamente y se explican en la noción de una sociedad familiar (J. Ignacio Cabrujas)[1], noción conceptuada por nosotros como matrisocial. En la sociedad venezolana todo queda en familia. El pueblo venezolano porta una sociedad (natural), pero no la ejecuta socialmente, porque no la ha pensado, elaborado y argumentado como un acuerdo instituido. Por eso es un pueblo difícil de dirigir, pero fácil de dominar. Sin resolver esto, el pueblo venezolano aparece como un pueblo desamparado. Así la revolución bolivariana sigue repitiendo el esquema populista, y lo profundiza: no gobierna (administra), sino que domina y lo hace con facilidad pese a la rebeldía con que choca el plan chavista.

 ¿Por qué? Por el abandono de sí mismo que carga con fatalidad etnopsiquiátrica el pueblo venezolano. María Fernanda Palacios ofrece el texto sobre la madre mártir (otro texto lo tenemos en Rómulo Gallegos, el autor de Doña Bárbara). Ese texto está colocado en la entrada de este libro. Lo que avanza de circunstancia etnográfica el texto María Fernanda es el de una experiencia propia vivida en el estudio de otra novela, Ifigenia, escrita por otra mujer venezolana, Teresa de la Parra. Las dos novelas son ya clásicas en la literatura venezolana. ¿De qué se trata? Del desprecio (Gallegos dice aborrecimiento) del varón en Venezuela por parte de la mujer, desprecio conjugado con el supuesto sacrificio que ésta vive como una carga que debe soportar (un marido) o una madre sacrificada o mártir ante un hijo, no por hijo sino por varón; desprecio que remata con resentimiento de hembra, no por mujer encantadora (Ver corega del edipo).

Esta fatalidad de ser un abandonado en el mundo, pesa profundamente dentro del ser varón para que no entorpezca sustancialmente el hacer sociedad en Venezuela. El conglomerado social en este país es el de una sociedad femenina, que esconde en su raíz “algo tremendamente desalmado, donde se ve la parte más oscura y cruel de lo femenino” (Palacios). Lo novelístico enmascara con ficción la realidad, tarea que asume Rómulo Gallegos, pero que la ensayística devela en María Fernanda Palacios. Empero, ambos, novelista y ensayista, aportan una tremenda verdad a la etnografía venezolana: que el abandono matrisocial de la realidad proporciona un blindaje ideológico-cultural que dificulta la perforación del poder del imaginario popular, opuesto regresivamente a admitir algo nuevo o extraño en su ser, como suele ser el argumento de proyectos de sociedad en política y economía.

Los coregas muestran algo de lo ya desarrollado en el pensamiento antropológico venezolano. Lo han seleccionado en los temas de la biblioteca de autor y otros temas asociados como el de la tarea de la ciencia, del plusvalor en los motivos del transitar como el exilio, y de la buena nueva de animación de la fe y la reconciliación latinoamericana.    

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Los libros pueden conseguirse con el autor a través de observarlos en Mi Bibioteca de Autor en la minishop d3li.me/ssmuelhurtadosalazar Allí está colocado el teléfono 212-6930390 y el correo samuelhusa@gmail.com



[1] Véase la interpretación de Tulio Hernández sobre José Ignacio Cabrujas y su desazón de relamido con el pueblo venezolano, así como la solución que se dio cuando constató su modelo de análisis, el de una cultura cerrada, y por tanto, destructiva del sí mismo: “La ciudad (y el país) según Cabrujas”. T. Hernández (comp.) Ciudad, espacio público y cultura urbana. Caracas: Fundación para la Cultura Urbana, 2010, 361-378.