Atrio y torre de San Juan, al fondo la torre de Santa Eulalia |
ADMONICIÓN:
De lo propio nativo aprendiendo lo
propio ajeno,
esto es, lo propio de todos.
Homenaje al
pueblo de
Paredes de Nava
en sus ferias
y fiestas 2016
El
viejo pueblo de la infancia
fantasma
en llanura adormitado
con
soledad de cielo.
Hunde
en la nava la cigüeña sus zancas;
desde
el humedal su vitualla al aire que gira
su
vuelo al ventanario anidado;
torre
de San Juan, sin espadaña, eminente;
espía
el plano caballero.
Corros,
calles, la plaza, y las piedras
edificadas
en atrios y torres, veletas
al
viento de los siglos.
Concentración
de ensimismada memoria
deambula
sin otra cosa a esperar que réplicas
en
obras de envío, anfitrionas para la comensalidad
de
sentimientos que al pueblo propongan
como
existencia matricial.
Cuántas
cosas aprendí con el leve fondo
herencia
de reemplazo, siembra en mi afán
gratuita:
como vagan los grandes ríos señores
de
cuencas ofrecidas en edénicas cornucopias,
sus
dones repartidos luego
con
cósmica generosidad.
Apenas
compensación de bajo tenor acumula
el
recuerdo para alimentar la alta carga
de
la memoria que el espectral desgaste del tiempo
concede
al pueblo vetusto.
Ahí
la historia de quienes le van y le vienen,
de
los que de lejos y en su lejanía resiembran
sin
calles, ni plazas,
sin
corros, ni atrios o torres,
testimonios-mundo,
con alma totémica
de
lo primordial nativo.
Cuando
vaya algún día al pueblo veré
si
aprendí
desde
mi recuerdo reducido
a
reciclarme
en
la de los demás memoria extensiva.
Los Teques, 15 de agosto de 2016.
Día de Nuestra Señora de la Asunción.
A publicarse en Imágenes de Villorido,
16 de septiembre de 2016.
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nava: (voz
prerromana) Tierra baja y llana, situada entre montañas, dicen los
diccionarios. Lo que yo he rastreado con crítico literario que analiza
conjuntamente el pensamiento de los poetas, Jorge Guillén (Valladolid) y Jorge
Manrique (Paredes de Nava), y que he re-visionado para Tierra de Campos (sin
montañas): la nava es una tierra baja (campo abajo, como se dice en Paredes de
Nava) por oposición a la tierra alta del páramo, y al mismo tiempo es una
tierra llana o plana que se encharca y se torna humediza y umbrosa. Bajura y
llanura (planicie) originan el humedal posible.