domingo, 22 de mayo de 2022

AÚN EN GUERRA EL COMENZAR DE NUEVO

 

 hotel Humboldt en la montaña de El Ávila (Caracas)

Monición: 

Ayer, 21 de mayo, se cumple el 12 aniversario de este mi presente blog "Pensamientos Antropológicos", con un breve fragmento del último artículo Estética de 'dolor de pais'. Perspectiva científica (8 de mayo 2022), asimismo con el índice contentivo de los títulos de los capítulos, del libro La valentía de ser país con provisión doliente, que necesita rematarse en la introducción y la conclusión. Figura como el n° 28 de Mi Biblioteca de Autor. Finalmente, con la exposición del libro de los Ferrocarriles y proyecto nacional en Venezuela 1870-1925, en su segunda edición digital, siendo el primero de dicha Biblioteca. Productos que representan el principio y el fin del trayecto de publicación investigadora del país venezolano.

Siempre como un principio de un nuevo comenzar para la docena de años a través de los cuales, mensualente se cultiva este terreno, identificado con el blog. A veces hay que darse prisa para que el mes no nos agarre con el terreno en erial, reseco, y agostado, pero siempre nos da la inspiración, y si no se va uno a la bodega a buscar otros productos que quedaron atrás, como en la espera de ser elegidos para la gracia de la audiencia. Como la que realiza el blog es la audiencia felicitamos a ésta desde aquí deseándola un buen provecho así como un éxitoso aprovechamiento del mismo en su vida y proyectos.

-------

Lo que nos queda como sociólogo con herramienta antropológica es unirnos con proyecto[1] de gusto y dolor, en lo que se le puede conseguir de positividad cultural al país, -que puede ser mucho-, y precisar con más ahínco su conocimiento. Hay un empeño de asistir al destino del país venezolano, empeño que nos lleva a disponernos a sufrir la precaria ‘existencia de país’ que contiene Venezuela.

¿Cómo sentir a fondo este país con su problemática de destrucción para definitivamente entenderlo?

Nuestro destino en Venezuela obedeció, y aún obedece, a objetivos supra-científicos (Hurtado, 2021), que nos prepararon para adoptar la opción con la relación del dolor de país, así como a adquirir la actitud estética del gusto con la que me permitiera asimilar y cómo operar dicha relación; actitud que redefiní sociológicamente en los estudios de pregrado a partir de su origen poético-estilístico durante nuestros estudios de Filosofía y Letras, Teología y Exégesis Bíblica en Madrid y Salamanca.

Ambas, la opción del destino y la actitud del gusto, que subyacen en la dinámica del mito en cuanto ‘actos de afirmación de valores’ y que se hallan en el sustrato de todo hacer científico (Kolakowski, 18), nos otorgan las coordenadas para recibir la posibilidad de iniciarnos en el proceso y profundizarlo según la encomienda de Freud: había que ‘etnopsicoanalizarse’ para seguir el derrotero que marca Devereux en etnopsiquiatría (1989ª)[2].

Podemos también aprender de Frankl (2000) la posibilidad de entender el valor del dolor como remedio para las soluciones profundas tanto del actor-sujeto al sufrimiento como al autor que viene argumentando con el sufrimiento como etno-psicoterapeuta, no del desastre o colapso del país, sino de la reconstrucción afirmativa de éste.

El propósito consiste en obtener tanto la orientación de una estética del dolor de país, es decir, de la postura de aceptación del dolor ajeno como dolor universal en que se encuentra el país, y también de la práctica antropológica posible en la actual atmósfera de cerrarse el país a toda prueba de su estudio y de su práctica salvífica. La ciencia social no sólo previene las fallas y destrucciones, también, y sobre todo como perfil ético del proyecto de sociedad, indicar las soluciones que la sociedad debe darse a sí misma.

En los primeros años de nuestra llegada a Venezuela, 1969-1970, oía en mis grupos de reflexión que en América Latina, y también en Venezuela, estaba todo por hacer. Pese a que en Venezuela habíamos entrado al período social y político de la ‘Gran Venezuela’, y que aquí y en toda América Latina se estaba entrando en la década del auge del socialismo bueno como síntoma, apoyado tanto con el síndrome de Salvador Allende en Chile como de ‘cristianos por el socialismo’ que alentaba la corriente de la Teología de la Liberación.

Hoy día parece que aún se ha retrocedido ante el todo por hacer, de suerte que este retroceso como destrucción, trae consigo el sufrimiento de país y en consecuencia queda todavía algo bastante por hacer, y aún ello con la disposición de un comenzar de nuevo (Buber, 1993)[3] en el entendimiento de país y en adosarse como doliente al problema del mismo. 

Había que antropologizarse de nuevo cuño, acaso original, de cara a la realidad de la sociedad comenzando de cara y por la cara de uno mismo. El objeto ‘no se rinde así no más’. Pero tampoco había que rendirlo, más bien acompañarlo, y dejarse de interpelar por él para lograr que el investigador se objetive a sí mismo, como primera norma, y después que el objeto deje acompañarse para darse la oportunidad de interpelarse a sí mismo también. Bourdieu (2008: 51-68) habla en este sentido de objetivar la objetivación[4], para cuidarse a continuación de una ‘antropología imaginaria del subjetivismo’ (2008: 69-83)[5].

Para que la relación con el objeto sociedad rinda en su operación beneficios, necesitará a alguien que la oriente como un sujeto con opción a lograr una actitud del gusto que le prepare para ejercer tal función. La ciencia es una circunstancia especial para presentarse como motivo, teoría y técnica y así encuadrar dicha preparación. Con la mira en este propósito, a su meta y resolución, se encuentra la entrada a la ciencia, en este caso, la antropología. No puedes ser antropólogo de verdad si primero no te antropologizas, bajo la enseña de que siempre se debe ir renovando y creciendo en gracia y sabiduría, científicas.

En los años de larga maduración en la investigación antropológica, y aprovechando la práctica de extensión universitaria en el instrumento del blog[6], redactamos, como un pregón bajo la analogía de la Pascua cristiana, el proceso y fenómeno del antropologizarse en lo tocante a ‘Pensamientos antropológicos’, que requería la Antropología psicoanalítica.

Referencias

Bourdieu, Pierre (2008). El sentido práctico. Madrid: Siglo XXI de 

    España Editores.

Buber Martin (1993). Eclipse de Dios. México: Fondo de Cultura 

    Económica. Breviario 520.

Devereux, Georg (1989). De la ansiedad al método en las ciencias 

    del comportamiento. México: Siglo XXI.

Erickhoff, Georg  (2021). “Los chavistas no van a terminar nunca la 

guerra contra los venezolanos”. Caracas: Runrunes de 

Nelson Bocaranda Sardi. Es una entrevista que ahonda las 

declaraciones dadas a @GitiW. (Cf. Georg Erickhoff @JorgeErickhoff, 

March, 21, 2021).

Frankl, Viktor E. (2000 [1984]). El hombre doliente. Fundamentos 

    antropológicos de la psicoterapia. Barcelona: Herder.

Hurtado, Samuel (2021). Bajo la enseña de mi padre. Tiempo de la fe. 

        Caracas: Doctorado en Ciencias Sociales, FACES, UCV.

Kolakowski, Leszek (2006) [1972]. La presencia del mito. Buenos Aires: 

    Amorrortu.



[1] Se puede detectar que se maneja un proyecto de autor personal con el propósito de autenticar la objetivación de los datos, y un proyecto de sociedad con el motivo de referenciar la marcha de nuestra trayectoria argumentativa y mostrar con ello la diferencia a contramarcha de la dinámica de la cultura étnica y de la cultura social que es necesario hacer y rehacer permanentemente en la sociedad como proyecto, siendo este proyecto de sociedad la objetivación de la ética.

[2] Devereux, seguidor del Freud clásico, toma ese modelo de la encomienda de Freud: solo el que previamente se ha psicoanalizado es que puede después psicoanalizar. Devereux (1989ª) lo aplica a la práctica del etnopsicoanálisis: hay que antropologizarse si se quiere ser antropólogo.

[3] “En esa ocasión, me sorprendió gratamente cómo el hombre de los rizos grises acerados nos pidió, al comenzar su disertación, que olvidáramos todo lo que creíamos conocer sobre su filosofía con base en sus libros. Durante los últimos años, años de guerra, la realidad se le había aproximado tanto que todo lo veía con nuevos ojos y debía pensarlo todo en una nueva forma. Ser viejo es cosa gloriosa cuando no se ha olvidado el significado de comenzar; este anciano quizá lo había aprendido a fondo por vez primera en su vejez. No era de ninguna manera joven, mas era viejo de una manera joven, pues sabía cómo comenzar” (Buber, 31, que subraya). Para colmo nuestros años en Venezuela son todavía de guerra como nos ha ayudado a reconocer en una entrevista Georg Erickhoff, donde ahonda sus declaraciones dadas a @GitiW, reproducida en Runrunes de Nelson Bocaranda Sardi, 31 de marzo 2021: “Venezuela está en guerra y la mayor prueba es su número de refugiados…“Es una tarea fundamental en las guerras híbridas asegurar que las víctimas se sientan culpables de su miseria”…“Y en ningún momento han dejado una duda de que son los militares quienes ejecutan estos planes con criterio militar. Su mantra es la llamada ‘unión cívico-militar’. Es el mantra de la guerra híbrida” (G. Erickhoff). Citado en nuestro blog, 30 de diciembre de 2021:  http://pensamientosantropologicos.blogspot.com  Nuestro comenzar de nuevo será desde el estrato del sufrimiento o dolor de país, desde donde vemos con nuevos ojos, así como tenemos que pensar con nuevo estilo o talante de ser.

[4] “Al contrario de la negación personalista que, rehusando la objetivación científica, no puede construir más que una persona de fantasía o fantasma, el análisis sociológico, en particular cuando se sitúa en la tradición propiamente etnológica de la exploración de las formas de clasificación, hace posible una verdadera reapropiación de sí mediante la objetivación de la objetividad que asedia el pretendido lugar de la subjetividad…Forzando a descubrir la exterioridad en el corazón de la interioridad, la banalidad de la ilusión de la rareza, lo común de la investigación de lo único, la sociología no solamente tiene por efecto denunciar las imposturas del egoísmo narcisista; ella ofrece un medio, tal vez el único, de contribuir… a la construcción, de otro modo abandonada por las fuerzas del mundo, de algo así como un sujeto”(Bourdieu, 30-40).

[5] En ese tránsito de elaboración (de objetivar la objetivación para constuir un verdadero sujeto) ocurren muchas pretensiones ideológicas que es necesario subsanar. “Los modelos formales nunca revelan de manera tan completa aquella de sus virtudes que es sin duda la más indiscutible, vale decir su poder de revelar a contrario la complejidad de lo real que ellos mutilan, como cuando reducen al absurdo la antropología imaginaria del subjetivismo liberal buscando a toda costa disolver en un fiat inaugural lo arbitrario de lo instituido y poner la libre decisión de un sujeto consciente y racional, ridículamente, en el principio de las prácticas menos racionales, al menos en apariencia, como las creencias de las costumbres o las preferencias al gusto” (Bourdieu, 77). 

[6] http://pensamientosantropologicos.blogspot.com “Pascua de Pensamientos antropológicos”, 7 abril 2012.


LA VALENTÍA DE SER PAÍS CON PROVISIÓN DOLIENTE

Aragüaney: el árbol nacional en Venezuela

La valentía de ser país con provisión doliente.

Depresión y emigraciones de Venezuela

Samuel Hurtado S.

Universidad Central de Venezuela

Caracas, 2022.

ÍNDICE

 Introducción:

La seducción del vacío del caos y huída del miedo.

                                       I. EMIGRACIÓN

Capítulo 1. La Fiesta Interminable y la dormición de pueblo

Capítulo 2. País migrante de sí mismo

Capítulo 3. Refugiados o asilados. Cómo salvar los traspiés del sueño. 

Colofón Alfa. Apunte sobre emigrado, exiliado y asilado.

                                      II. DEPRESIÓN

Capítulo 4. La depresión de país como eclipse

Capítulo 5. Caídos en depresión ¿nos venció el miedo?

Capítulo 6. Cierre por inventario: de minitienda a trastienda

Colofón Beta. País ulterior  y antropología estructural

                                      III. DESTRUCCIÓN

Capítulo 7. Democracia furtiva y el falso mito de la participación

Capítulo 8. Pensamiento en estado de sitio

Capítulo 9. Resistencia y vergüenza ante la destrucción

Colofón Gamma: Testícula o emprendimiento del viaje a la

sociedad.

IV. SALVACIÓN.

Capítulo 10.La víctima y la compasión salvadora 

Capítulo 11. Por donde anda la salvación de Venezuela

Capítulo 12. Líderes y minorías: testigos de la esperanza

Colofón Delta: Proyecto a lo valiente.

                                      V. VALENTÍA

Capítulo 13. Haciendo pié en América del Sur. Genealogía de matrisocialidad

Capítulo 14. País en su soledad

Capítulo 15. Sin dolor de país no hay aprendizaje social

Capítulo 16. Estética de ‘dolor de país’. Perspectiva científica.

 Conclusión:

El ‘dolor de país’ produce su valentía.

 Epítome