miércoles, 2 de mayo de 2012

TEORÍA DEL CONSTRUCTO-5: PENSAMIENTO Y ÉTICA EN INVESTIGACIÓN SOCIAL

COMO A UN MÁSTIL ME AMARRO A MI CERTEZA




"Debo salvar mi alma
ese viento tímido"
Susan Sontag

I
de lejos me llegan los cantos,
sé que ya no hay sirenas

hemos invocado a la tentación
que produce el viento en un cántaro vacío.

la indiferencia

II
cuando el viento de la indiferencia
despega las raícees de mi casa de Amor

siempre deja atrás una cálida y tímida brisa

debo salvar mi alma
pero siempre es ella quien me salva a mí.


Fátima Tavares: Estado de Excepción (inédito).http://estacasaquemehabita.blogspot.com


Contenido

  1. INVESTIGACIÓN Y CIENCIA
  2. INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y NARRATIVA CONCEPTUAL
  3. TEJIDO DE LA METÁFORA CONCEPTUAL
  4. PRINCIPIO METAFÓRICO DEL MODELO CONCEPTUAL
  5. ÉTICA Y ESTÉTICA DEL CONSTRUCTO IDEADO
  6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


Contenido parcial


E. ÉTICA Y ESTÉTICA DEL CONSTRUCTO IDEADO


Se ha expuesto primero el desempeño sociológico con su solución real, y segundo el desempeño epistemológico con su solución posible metafórica. Se accede ahora a exponer en tercer lugar el desempeño ontológico con expresión estética o sensible. Su solución se origina como consecuencia de que lo que se diseña como proceso pensado debe ser un efecto interesante o contenido sensiblemente atractivo. Esta solución sentida apunta a una concentración de valor superior porque tiene la capacidad de activar, en los sujetos del intercambio de significados, la realización semántica de las posibilidades reales de su mundo en construcción.
Los nuevos elementos de la configuración teórica del constructo son surtidos, por un lado, por la necesidad de lo literario sensible, y, por otro lado, por la libertad de la persona como sujeto pensador creativo. Entre la necesidad como valor vivido y la libertad como valor pensado se sitúa una brecha de llamado al trabajo a ser organizado por el valor pensado con función de orientación rigurosa, sobre el valor vivido. Dicho rigor con vocación de canon ideal o ético otorga al constructo una competencia con rendimiento máximo, acorde con el carácter científico aspirado. La elaboración de un constructo inteligente y su interesante atractivo sensibilizado es una demanda reclamada insistentemente por nuestros inquietos cerebros encarnados en las perennes vivencias de deseos, creencias, evaluaciones, comprensiones, etc.


El desempeño ontológico, estéticamente semántico, se obtiene del motivo que emerge de la necesidad interesada en ubicarse bien en el mundo. El tópico de la metáfora ejercerá dicha función, pero lo hará de acuerdo con la operación de libertad que se ha pensado para sí el sujeto con su compromiso histórico. La operación tiene exigencias morales con respecto a la realización de significados, es decir, de construir bien su mundo. Motivo de necesidad y operación de libertad se asocian e intercambian dentro de una intencionalidad vital con miras a un proyecto pensado.


Más allá del propósito de hacerse un lugar principal de actividad en el constructo (nivel fenomenológico del significante metafórico), se trata ahora de lograr el nivel ontológico en la creación de los significados, y, por lo tanto, de la función decisiva de actuación del sujeto y de las subjetividades creadoras. Nos elevamos del ser del lenguaje viviente, al nivel del deber ser de las subjetividades que trabajan el lenguaje pensando sus signos semánticos.


El trabajo del pensamiento sobre lo sensible vivido como necesidad es el que organiza con sus valores la narrativa concentrada en el constructo. Es un trabajo que promueve proactivamente los significados sentidos, después de haber llevado a cabo la destrucción de la vieja forma del significante metafórico. Lo afirmativo promovido es la creación de una nueva forma significante que exija a su vez la presencia de un nuevo contenido de significado. Los indicadores o señales de este proceso poéticamente creador son relativos a los tópicos retóricos que sensibilizarán lo seductor del tema, o del problema o del modelo conceptual mismo. La génesis de esta problemática puede ocurrir en cualquier instancia o por carambola en las tres, pero es fundamental en la construcción conceptual donde se debe decidir el acto de seducción interesante que llama al compromiso o al enganche sujetivo en el proceso de investigación científica.
Los indicadores cumplen el papel de vigilantes (Bourdieu, 2008, p.12) del decurso hacia donde debe apuntar lo interesante de la narrativa en ciernes. No se trata de una ocurrencia en la que se detiene la inspiración en espera de que se dé improvisadamente según la suerte o destino, una espera planteada al infinito del deseo. La actitud pro-activa se orienta siempre por un proyecto que exige ejecución de obra. “Si la actividad creadora se limita a esperar, es difícil que podamos hablar de una actitud poética que no sea la espera” (Marina, 2001, p.164). El proyecto reclama acción y preparación para la acción como estudio, entrenamiento, experiencia en riesgos y compromisos, etc. Soportado en la conciencia de tener una actitud creadora, la exigencia se traslada a un tiempo de acumulación de fuerzas creadoras que lograrán hacerse con la facultad de acciones nuevas en la producción de significados sobre las necesidades vividas.


Lo crucial lo constituye el trabajo de la espera, ocurrencia, inspiración, destino, espontaneidad. El trabajo genera la fuente del valor pensado que puede cambiar las suertes a la espera, ocurrencia, espontaneidad, inspiración, destino. Afectados estos motivos por una inflexión de pensamiento, ya no hay lugar al descanso, a la inercia, sino a una permanente actividad de búsqueda, de ensayo y error, de resultados provisionales, con el ánimo de emprender la reproducción constante de significados sobre la materia interior del objeto problemático. El trabajo reanudado del pensamiento retoma la concentración del poder seductor con ocasión de resemantizar los valores vividos de la necesidad. Es un poder de cambiar todo un orden del antiguo, gastado y demodado pensamiento. Trabajará los mismos valores vividos pero con nuevas ideas que promuevan la imaginación y el gusto por lo científico, y remozarán las vivencias de necesidades impuestas como un destino de la vida. Será una lucha del pensamiento hasta donde alcance al destino, destruyendo la forma pesimista de la película de los años 70 Hasta donde el destino nos alcance”.
La elaboración del constructo consiste en una invención donde el motivo ocurrente permite el despegue humano del pensamiento y su aventura de acción creadora. Es una invención donde la inspiración, deseo, espera u ocurrencia son sumamente trabajados. Igual que un poeta creador, como debe ser, el investigador trabaja las creencias, las comprensiones, ansiedades, evaluaciones, y lo hace como exigencia constituyente del pensamiento, hasta que creencias, comprensiones, ansiedades, evaluaciones sean realizadas en su explicación científica. El pensamiento, al crear la estrategia de explicación conceptual, realiza también la explicación del problema vivido y lo hace concentrándolo en una formulación superior, esto es, en una poética de la acción con base en una racionalidad poética que ofrece una realidad del mundo más atractiva y con una dilección acogedora.


El valor del trabajo pensado apunta radicalmente a un sujeto creador. Se trascienden la conciencia y los actos de creación aún como novedades. Ahora la invención de significados centra el asunto en la sensibilidad juiciosa de un sujeto. Toda la invención investigadora se dirige a entender al sujeto y su realidad. El interés del sujeto vertido en un proyecto despierta los intereses de otros sujetos y lo interesante de otras realidades que se conectan y se advierten. Una poética de la acción hace que todo interés se haga interesante, con lo que se evapora toda posibilidad de caer en el aburrimiento. La ocurrencia se renueva como encarnación motivadora de toda idea interesante. No es un interés parcial, que define una ideología negativista, sino un interés total, el del individuo interesado en averiguar todo lo concerniente al problema que tiene planteado sin desviaciones ideológicas.


El interés origina una ocupación superficial por de pronto, pero se incentiva y no tarda en producirse una dedicación a fondo que compromete toda la subjetividad del investigador. Puede sentirse ahora la realidad como un pozo sin fondo, inagotable para el investigador seducido, que cual poeta inspirado tornasola, con sus ideas de significaciones, la realidad hecha problema. Si cuando elabora la formulación del constructo realiza un anuncio de explicación, el lenguaje ontológico utilizado compromete a su subjetividad que como fuente del pensamiento se torna en portador ético del desarrollo y resultado de la obra investigadora en vías de realización (work in progress). Como sujeto autor-izado tiene en su haber una exigencia moral de preparación no sólo técnica sino sobre todo teórica. La conversión del creador a su obra, cargada ya de vigilantes sensibles y de intereses significantes, estimula la reconciliación con las intenciones éticas como exigencia del deber ontológico. Desaparecen así toda tentativa de inmovilismo humanista de la cultura y todo entusiasmo metafísico de las ideas personalistas, ante el empuje de una poética de la acción que busca “contribuir aunque sea un poco a producir e imponer esos modos de pensamientos impersonales que permiten producir, a las personas más diversas, pensamientos hasta ese momento impensables” (Bourdieu, 2008, p.13).


El sujeto autor se toma sobre sí el trabajo del valor relacional, con el que desarrolla todo el análisis del sistema completo de los significantes para llegar a dar con el significado sociológico real. Se evita el atajo intuicionista del discurso aproximativo que llega rápidamente a las significaciones más evidentes, y cuyo resultado es un desvío ideológico que perjudica a la ética inteligente del autor y su obra. No sólo hay un perjuicio ético o político. También lo perjudicial llega a los instrumentos del pensamiento que deben impulsar las exigencias objetivantes del constructo en vías del desarrollo teórico y de realización empírica, como son los conceptos teórico-metodológicos derivados, los métodos y técnicas, las etnografías, etc. Las buenas intenciones solas suelen traer con frecuencia malas construcciones de las obras de investigación.


Todo este proceso de investigación supone expresamente un trabajo ético especial del sujeto sobre sí mismo, vigilándose su pensamiento, ensayando sus preparaciones teóricas y técnicas, sus atrevimientos cognitivos en libertad creadora, etc., activando el cuidado de sí mismo sobre todo al relacionarse con una actividad de escritura, a la mejor manera de los antiguos (Foucault, 1995, p. 62). El trabajo del sí mismo resulta crucial a la hora de la producción semántica en la construcción investigadora. Interviene en este caso el esfuerzo subjetivo por dedicarse a desmenuzar cada rasgo de significante, despojarlo de su aislamiento contextual e integrarlo al conjunto sistémico de relaciones significantes. Construido con rigor analítico el sistema de valores, se puede llegar al lugar de la interpretación donde acontece el acto de producción de significados, autenticados por la estrategia explicativa del constructo. “A mis ojos, todos esos hechos nuevos eran importantes, menos por su “novedad” (mientras funcione en alguna parte un habitus generador, nunca se terminarán de “descubrir” nuevos datos), que por el papel estratégico de “términos intermediarios”, como los llama Wittgenstein, que permiten establecer correlaciones” (Bourdieu, 2008, p. 22).


Bourdieu apunta resumidamente al marco teórico sobre la semántica en la “gramática generativa” que Chomsky desarrollaría en los años de 1970, aunque ya lo había detectado en los primeros análisis transformacionales (Chomsky, 1974). También apunta a la “variable intermedia” que según Devereux (1989b, p. 34) define el tipo de ciencia con que el investigador trabaja. “Gramática generativa” y “variable intermedia” son otras fórmulas lingüísticas de nombrar la metáfora conceptual o constructo científico.


En suma, desde el constructo, con su metáfora conceptual, es que se ve, se debe ver todo el desarrollo de la investigación, se generan todos sus conceptos dependientes, las técnicas objetivantes, en una palabra, se intermedia como un interventor y se supervisa toda la obra. Desde su diseño y desarrollo, su sustancia teórica como dato a priori, y su demostración empírica como dato a posteriori, se fabrica la forma significante y se llena de contenido de significación, la obra investigadora, y a su vez el proceso al autor lo hace crecer como persona en función de un pensamiento impersonal, ético.


Si dijimos que el constructo funciona como un mito, terminamos diciendo que también funciona como un panóptico. Desde él se iluminan, se ven los demás conceptos (el concepto histórico, los campos semánticos, las teorías de las técnicas), que con su autonomía de valor, trabajan supeditados a él. La misma suerte corren la armadura metodológica y la razón de ser de las técnicas bajo la inspiración pensada del constructo. Con todo su bagaje metafórico y carga de libertad de pensamiento, el constructo funge de responsable ético, objetivado en los motivos interesantes y en las condiciones sociales del sujeto investigador.


F. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Brillante, Concetta (2010), Autoridad eclesial y obediencia agonizante, Tesis de grado, Escuela de   
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Bueno, Gustavo (1987), Etnología y utopía, Júcar Universidad, Madrid.
Bueno, Gustavo (1992), Teoría del cierre categorial, Pentalfa, Oviedo.
Chomsky, Noam Ian (1974), Estructuras sintácticas, Siglo XXI, México.
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Devereux, Georges (1989a), Mujer y mito, Siglo XXI, México.
Devereux, Georges, (1989b), De la ansiedad al método en las ciencias del comportamiento, Siglo  XXI,   México.
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Hurtado, Samuel (2011), “La garantía de autenticidad en el proyecto de la investigación científica”, Dossier del dictado de investigación, Postgrado en ciencias sociales, UCV, Caracas, pp.23.
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Sennett, Richard (1982), La autoridad, Alianza, Madrid.
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Publicado en digital en Conectando Ideas con la Sociedad, publicación que recoge las ponencias de las VI Jornadas de Investigación de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, Universidad Central de Venezuela, 2012 (evento de 2011) .

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