sábado, 27 de noviembre de 2021

CIERRE POR INVENTARIO: DE MINITIENDA A TRASTIENDA

 

LAS OBRAS Y EL PAÍS

Triste y sola, sola se queda Fonseca,

triste y llorosa queda la Universidad.

Y los libros, y los libros empeñados

en el Monte, en el Monte de Piedad.

 

No  te acuerdas cuando te decía,

a la pálida luz de la luna,

yo no puedo querer más que a una

 y esa una eres tú.

 

Triste y sola, sola se queda Fonseca,

triste y llorosa queda la Universidad.

Y los libros, y los libros empeñados

 en el Monte, en el Monte de Piedad.

 

Empeño de los libros por vacaciones. La tuna de la Universidad de Salamanca, se despide del tiempo fuerte de los estudios proclamando el despliegue del tiempo débil del descanso.

 

Deseo de los libros a la vista de la tienda pero que no derive en trabajo de adquisición y compromiso. Podrían conjuntarse deseo y compromiso en la trastienda como un aplauso de aprobación que muestre un reality show. Lejos, sin embargo, estará el empeño de la venta y también lejos el motivo vacacional, si es que sonase la tuna en la Universidad Central de Venezuela.

 

Si de alguna forma ha cambiado el escenario, merced al libro digital ofertado en la trastienda de los hilos online, sin embargo se ha enfatizado el best sellers, y la imagen social del espectáculo.

 

¡Cómo lograr una ‘factoría’ de los best sellers con consumo rápido para los libros científico-sociales, donde la calidad se mantenga como prioritaria! Es posible que en el libro de novela, no importara tanto la calidad, donde “un libro tiene que ser un espectáculo, y no un producto para élites culturales ni el paradigma de qué es lo bueno o qué es lo malo”[1]. Pero entonces acontecería que el marketing sería concebido como una virtud literaria. Cómo se buscaría así el efecto comercial, no de otra forma que haciendo que el marketing funcionara como sustituto de la literatura.

 

Pero el interés del libro científico-social, teniendo su desarrollo un argumento concebido con el pensamiento imaginativo, así como sus actores conceptuales juegan un papel en la alegoría científica[2], resulta complicado hacer que dicho interés se enmarque en un espectáculo, y como tal con cierto carácter colectivo que se muestre en su difusión de ventas, y no simplemente asociado al fenómeno de bajar los libros del internet.  

 

“La venta digital nunca ha sido tan importante. Estrecha lazos a distancia con los compradores”, dice la propaganda para los emprendedores en ventas en Linked-in, hoy (24 de noviembre, 20021). Y hemos ido cumpliendo las orientaciones de los enseñadores en la venta digital: generar contenido, mostrar cómo se hace para ayudar a la educación, y dentro de esto fomentar el hábito de pensar, producir comentarios en la publicidad, buscar la acción de los libros.

 

Aprovechamos la injerencia de estudiantes universitarios en su plan de pasantía, y sembramos las redes de la propaganda de carátulas, ideas y aún brevísimos resúmenes. Las redes sociales se llenaron de ello; también se proyectaron entrevistas y se aprovecharon los Messenger para convocar al sujeto contactado a un encuentro en la minitienda, esquivando la trastienda anónima.

 

Parece que el tiempo de la exposición de Mi Biblioteca de Autor [3]ha concluido, y ahora se verá su éxito más bien por la trastienda particular vía online del correo personal. La comedia musical de Mi País está Feliz, proyectada en el ateneo de Caracas en 1971[4], nos da la pista como motivo e inspiración del cambio para continuar en la trastienda personal.

 

Voy a cerrar por inventario.

Retiro del mostrador la mercancía quedada.

A nadie le gustó

nadie leyó

nadie sintió.

Perdí todos los amigos,

eran malos pagadores

huyeron todos de mí.

Se escabulleron sin saber qué decir

y lo que no se dijo fue lo peor.

 

Voy a cerrar por inventario…

 

Volveré a lo que siempre fui.

 Y todo será inútil.

Perdí todos mis amigos.

Que no me comprendan es lo que duele.

Las páginas permanecen mudas

ávidas

 y yo gritaré sin cansarme

aún sin voz

o por eso.

 

Perdí tiempo. Perdí todo.

Pero donde perdí me salvé.

 

Tu país está feliz.

 

El hambre es cosa de la India,

desempleo no existe,

no hay ranchos ni miseria,

no hay analfabetismo

y tú duermes sobre un pozo de petróleo…

 

Lo peor es que no estás seguro de nada.

 

Tu país está feliz,

tú estás feliz,

todos estamos felices,

Completamente felices.

 

Por eso yo también voy a cerrar por inventario en la minitienda de Mi Biblioteca de Autor. Al fin me retiro de la plataforma alquilada con finanzas de unos amigos leales. Pero antes de marcharme

 

Descuelgo el teléfono,

desconecto las luces,

tranco la puerta por dentro

y destruyo el timbre.

Pero dejo la ventana abierta.

 

Voy a cerrar por inventario...

 

Con la ventana abierta dejo también prendido mi correo de autor samuelhusa@gmail.com para lo que me venga y me depare el futuro, de gentes que no conozco y que se me acercan. Sin saber, pero cada vez más surgen resultados favorables de la larga siembra que ha representado la trayectoria de investigación de esta nación llamada Venezuela. Trayectoria que siempre está comenzando o que está todos los días ‘Haciendo pie de desembarco en América del Sur’[5], después de pasar el día inquiriendo en la Venezuela profunda, la que se proyecta desde su inconsciente colectivo.

 

He dejado mi empeño de libros con su biblioteca, no en una organización benéfica como el Monte de Piedad o montepío, sino en la suerte del país. Dichas obras serán testigo del país que ha entrado en agonía con todas sus suertes, como hemos relatado en nuestra autobiografía reciente. Verá el país venezolano qué hace con su espejo, que como si fuéramos un pintor, le hemos colocado en su fachada para que pueda mirarse a sí mismo desde sus propias profundidades.     



[1] Rodríguez, Emma, y Borja Hermoso. “El marketing como sustituto de la literatura”. El Mundo, Madrid, lunes 30 de abril de 2007. Cultura.

[2] Hurtado, Samuel. Etnología para divagantes. Caracas: Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, UCV, 2006, 90-96. Hay 2ª edición digital.

[3] Se puede ver en https://www.instagram.com/samuelhurtadosalazar/

[4] Miranda, Antonio. Tú País está Feliz. Caracas: Teatro Ateneo de Caracas, Febrero/Marzo de 1971. Dirección: Carlos Giménez. Música y cantante: Xulio Formoso.

[5] Hurtado, Samuel. “Haciendo pie de desembarco en América del Sur. Genealogía del concepto de matrisocialidad”. Red de Antropologías del Sur. Mérida (Venezuela): Universidad de Los Andes, mayo de 2021. 

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