martes, 26 de septiembre de 2017

CARACAS AGUAS ABAJO (2° SUMINISTRO: IDENTIDAD A CONTRALUZ)




Plaza de Altamira, Caracas

IDENTIDAD A CONTRALUZ.
Complejo matrisocial y juegos de sexos y política, acogida y violencia,
magia y ética en Venezuela.

 [Advertencia: coloco como 2dos. sumistros de Aguas Abajo, 3 libros sucesivos, de 169, 157 y 138 páginas cada uno. El concepto de Aguas Abajo, ya apareció en el mes de agosto en los 3 libros sucesivos anteriores]


Samuel Hurtado Salazar
Universidad Central de Venezuela
Caracas, septiembre 2017

A Andreína

En cuanto a mi residencia, me jacto de tener muchas moradas. No sólo habito a los indios y negros, y a los pardos de toda gradación, sino también a los europeos segundos y primeros de América y, muy especialmente, a los que me odian y persiguen en los otros porque no pueden expulsarme de su propio corazón…
¿No esconderá todo ese alegato algo más flamígero y terrible que la defensa de la identidad cultural, algo más profundo que las diferencias culturales?...
Quizás.
Pero entraríamos, si no en lo inefable, por lo menos en lo agrafable.
 (Briceño Guerrero, El laberinto de los tres minotauros, 1994: 307, 309)

No es fácil definir el elemento virginal; de hecho la novela permite algo que el discurso ideológico no, porque la novela muestra una historia, echa un cuento a través del cual van aflorando esos contenidos psíquicos profundos.
Me refiero a la patología de lo virginal, pero sin olvidar que hablo de aquello que siempre es virgen en nosotros, una fuente de riqueza, como una reserva selvática, instintual, indomable y secreta. Pero si eso es lo único que priva, se convierte en una fuente de sectarismos, de intolerancia y rigidez. Hablamos de algo que no se quita ni se resuelve. Pero podríamos llegar a tener conciencia de que esos complejos están allí, y aprender a vivir con eso sin que nos destruya.
(M. Fernanda Palacios, El Universal (Verbigracia), Caracas, 23/02/2002, entrevista con M. Socorro).
 
La cultura es el fundamento de la identidad, el núcleo de la personalidad, una entidad que está por encima de los individuos, el criterio de evaluación de todo lo demás, incluidos los sistemas normativos. Mentar una cultura es como mentar a la madre…
Hayek describió así su método, añadiendo una posible salida del enclaustramiento cultural:
“Podremos incluso proceder…a la supresión de algunos de sus condicionamientos, introduciendo reformas escalonadas basadas siempre en su crítica inmanente, es decir, una crítica orientada a perfeccionar la íntima coherencia y consistencia del sistema”.
De este texto me gustaría que recordaran la expresión crítica inmanente. Cada una de las tradiciones tiene que perfeccionarse por un dinamismo interno (Marina, Las culturas fracasadas, Anagrama, 2011: 81, 83-84).

No hay comentarios:

Publicar un comentario