Con gran holganza inauguramos
esta sección de opúsculos temáticos, organizados cada uno con su tema en el
sentido histórico de su creación, sentido histórico que adopta a su vez
distintas formas de elaboración disciplinaria. La idea es reunir en una obra
menor (opúsculum) el desarrollo de un
tema encontrado por su tratamiento en nuestra trayectoria de investigación y
que se objetiva en la publicación de nuestras obras mayores (opus, opera): libros, revistas, blog.
Estas obras ya cumplen con su propio objetivo temático junto con su problema y
solución conceptual, que calificamos de objetivo mayor y autónomo; pero
necesitan en su argumentación la función metódica de temas subalternos, como
variables, para apoyar la exposición del
trabajo de investigación. Son estos temas los que se hallan dispersos en el
tiempo y en el espacio de nuestras operas,
y pensamos que es bueno rescatarlos en su breve autonomía y observar su
historia en nuestro quehacer problemático, así como su teoría en desarrollo
apenas esbozada.
No significa que acudamos a las
alusiones de los temas, ni menos a cualquier alusión. Han sido, por su lado
particular, trabajados exprofeso como
temas completos, sea en sentido de variable de un modelo conceptual, sea en la
idea de un artículo de revista el cual tiene su propia autonomía a partir del
concepto con que se está trabajando, sea que se presente aupando la
construcción del dato cultural en la tarea mensual del blog, o simplemente tiene la vocación de un desarrollo mayor con
miras a una investigación larga e independiente con objeto de ser aplicado como
taller o programa demandado por una empresa o compañía. Cuando hablamos de
variables se descarta su rol apriorístico
porque resulta sin inserción en la realidad particular, en este caso, de
Venezuela; pero incorporamos el rol de a
posteriori porque el rodeo por la realidad hace que el tema tenga
sensibilidad histórico-cultural en la realidad particular (venezolana).
Nuestra fantasía es profusa en
el sentido de apertura a múltiples temas utilizados. Pero nos ceñiremos a los
más socorridos, así como a los más demandados en el dictado de clase, en las
conversaciones etnográficas cotidianas, en los acompañamientos de tesis de
grado… Así surgen los temas de educación, ciudad, comunidad, populismo y
pueblo, magia y religión, inconsciente y regresión, programas y proyectos,
constructos y analogías… donde están involucradas formas de producción
disciplinarias según el giro que va tomando nuestra trayectoria de
investigación: antropología social, primero, después la antropología cultural,
el análisis del discurso, la historia económica, el interaccionismo simbólico,
la antropología estructural, la etnopsiquiatría o antropología psicoanalítica,
y entre todas esas formas, siempre entreverada, se halla la sociología.
En este primer opúsculo, el tema
del trabajo surge no sólo como el más demandado, sino también el más urgente a
tener entre manos. Aunque lo tenemos como variable ponderada, el trabajo de la gerencia del hogar, en la
obra de Gerencias Campesinas en Venezuela
(1993) [1983], sin embargo, la descartamos porque se encuentra como dato
apriorístico en el marco teórico, y para colmo después descriptivamente se
dispersa en las diferentes gerencias del hogar, según la estructura agraria
venezolana, y su exposición embrollaría todo el argumento o razón de ser del
opúsculo. Tanto que su descripción no nos aporta un planteamiento problemático
específico por parte de los actores sociales (agrarios).
Otra cuestión diferente, aunque
paralela, ocurre con el trabajo femenino
en la obra de Trabajo Femenino,
Fecundidad y Familia Popular-urbana (1995) [1984]: siendo la dimensión
fuerte del modelo paradigmático de la estrategia económica de la familia
popular en la ciudad, y centrada como variable metódicamente crecida en el
análisis de la estrategia complementaria, sin embargo, tampoco delata una
problemática específica para las metas y espíritu del presente opúsculo. La
meta fundamental consistía en el estudio de la estrategia económica de la
familia popular-urbana, en cuya estrategia la actualidad del trabajo de la
mujer es clave para jugar como complemento del trabajo masculino del marido en
el desenvolvimiento social de dicha familia. Fue el estudio de la familia el
foco de la atención investigadora, aunque la atención del público se dirigió
hacia el motivo de femenino, y por este motivo dicho libro representó nuestra
primera obra agotada en su publicación.
De un modo semejante, porque la
forma de trabajo fue socio-antropológica y bajo señuelo matrifocal, ocurre
también de un modo paralelo el trabajo de
comunidad en la obra de Ecología,
Agricultura y Comunidad. Exploración en la Península de Paria (Venezuela) para
la invención de Proyectos sociales (2008) [1989]. Las tres obras se llevan
a cabo en la década de 1980, cuando está sembrándose, que aún no madurando,
bajo la forma de la socioantropología y cobijado en el marco de la
matrifocalidad, nuestro pensamiento descriptivo y de viaje por el país
venezolano. El trabajo individual en el hogar, el femenino en la familia y el
del equipo comunal en los caseríos campesinos, es observado y descrito en
términos etnográficos. En el ámbito del campo (ager, agrario) lo que hay, para aplicarse y volver a aplicarse sin
alternativas, es el trabajo: es el destino que da u ofrece la tierra, la de los
encorvados (encorvés franceses del
siglo XVII); allí la tierra requiere de ocupación
(respecto de ella) y aún más de dedicación
para sobreponerse a ella y su problemática; tanto que el trabajador (actor
social) no tiene motivos, tiempo, razones, para levantar la cabeza en son
reflexivo o de pararse en su historia para avanzar sobre sus necesidades.
Tal es la costumbre a que está
avezado el trabajador del campo. Se necesitaría un autor que les llegue con un
planteamiento descentrado de su avezamiento, vocablo que se parece a dormición
mental, para que nos diga algo sustantivo sobre el trabajo, y sobre el
trabajador del campo, bueno, sobre cualquier trabajador. Es lo que hicimos en
el valle del río Mocotíes en el estado Mérida, finalizando nuestros cursos de
doctorado y en vísperas de nuestro giro en la producción de pensamiento (episteme) respecto de la organización
social venezolana: estábamos preparando nuestro Proyecto de Investigación doctoral
sobre la familia venezolana y de cambio en la forma de producción
etnopsiquiátrica. Esta forma va a exigir poner a trabajar a la herramienta del
concepto de Cultura, lo que nos deparará nuevos sentidos y realidades sobre el
país.
Así pues, en el capítulo 1. La sociedad campesina y la idea del rico
honrado, encontramos una encrucijada con diversidad de entradas y salidas.
La idea nos la da Foster en su ensayo sobre la sociedad campesina y la imagen del bien limitado, pero se entrevera
ya el concepto de matrisocialidad en la descripción; la inducción sociológica
mediante la generalización de las características del grupo observado, termina
rematando su síntesis epistemo-lógica bajo la inspiración de la antropología
del mediterráneo de Pitt-Rivers. He aquí el resultado de la construcción de los
datos: el concepto de la idea del rico
honrado que aspira a una investigación mayor. Como esfuerzo método-lógico
representa una primera maduración del pensamiento y una panorámica a
desarrollar sobre la vida, costumbres y pensamiento en torno al trabajo en
Venezuela, su crítica inmanente y su trascendentalidad posible.
El capítulo 2, constituye la
exposición argumentativa sobre cómo se hacen
(se trabajan) las cosas en Venezuela, con su talante de significación que lleva
consigo la acción, y por lo tanto, hasta dónde llega su realidad construida. El
motivo de una ‘disciplina impulsiva’ va a indicar esfuerzo, empeño también,
pero no reflexión, ni cuidados o consecuencias, en el hacer de las cosas en la sociedad venezolana. Las ideas y
representaciones de la realidad se quedan a medio camino, como pensando hasta la mitad, y por lo tanto,
suelen hacerse a medias o abandonarse. Y si llegan al final, quedan defectuosas
o destruidas sin tener conciencia de ello como es la educación escolar de parte
de una maestra consentidora.
En medio de estos capítulos
ocurre un entreacto, el N°1, vinculando dramáticamente el trabajo con la
libertad. La posibilidad de fundamentar que haya libertad en el cuerpo social
se debe a la economía no a la política, y la clave económica es el trabajo libre, como conquista de la
lucha de los grupos en los tiempos inaugurales de la llamada Modernidad. Así
comenzó a inaugurarse también la idea del proyecto de la sociedad con la
seriedad que compete a la dignidad humana.
El capítulo 3 nos sumerge ya en
la atmósfera de lo sustantivo del trabajo en Venezuela, porque le adosamos,
para su precisión de cómo existe, el concepto de cultura. El capítulo anterior
nos ha colocado ya en la pista de cómo es esa realidad, por lo que no debe
extrañar que el trabajo no llegue a ser cultura (cultivo, dedicación). Para
percatarnos de que la ‘cultura del trabajo’ como fenómeno está ausente, nos
remontamos por su concepto (o concepción) para confirmar la ausencia del trabajo
en la sociedad venezolana: ¿Cómo se ocupa
de o se dedica a la tierra el venezolano? Acudimos a su
sentido de recolección (recoger donde no
se ha sembrado) de suerte que en ese menester agota y desgasta tierra y
cada vez más tierra hasta llegar al finisterre
agrícola, como constatamos en la obra de Ecología,
Agricultura y Comunidad. El acicate de modernidad, se siente como algo que
ocurre por encima a la gente venezolana, ya no sólo campesina, sino también
urbana y hasta la elitesca (Véase El
Animal Urbano, 2009) [2005], y Élite
Venezolana y Proyecto d Modernidad, 2000).
En el capítulo 4, esta falta de cultura del trabajo, que representa la
estructura social, se funda en la cultura matrisocial, y es ésta la que hace de
referencia, la que nos permite evitar el “circulo vicioso” metodológico o
autorreferencia demostrativa. Tal es así que de la falta de cultura del trabajo se pasa o se conecta
con la tenencia de una cultura de la
pobreza, considerada como producto inmediato de la cultura matrisocial. Si
ésta es una especie del concepto general de la antropología, la
matrilinealidad, ahora la convertimos en una especie del clásico concepto de la
“cultura de la pobreza” de Oscar Lewis. Se comienza con el desvío del
enfrentamiento o trabajo de la realidad originado en el consentimiento materno,
uno de cuyos efectos negativistas de la realidad consiste en no aguantar a la
víctima o a los que se hacen la víctima, efectos negativistas que llevan a
confundir los conocimientos, tal es pensar al buhonero como un empresario en
acto o al conuquero como burguesía agraria. El abandono de la realidad, como
desidia compulsiva con respecto a la misma, no puede sino generar una pobreza
que se realiza a sí misma, como si fuera una promesa que se auto-cumple automáticamente por sí misma.
Hay de nuevo un alto entre los
capítulo, porque se anuncia el entreacto N° 2. Ahora el drama, evitando que sea
una malanga a la venezolana, consiste en la relación del trabajo con la fiesta.
El marco es el país en fiesta de diciembre-enero (Navidad y Año Nuevo). No es
posible una fiesta de verdad que no sea culminación del trabajo, es decir,
celebrando el fin de una etapa anual del trabajo, se está celebrando como
objetivo el trabajo mismo. Timbrar esa relación y hacerla teoría y sensibilidad
(estética como belleza) es el objetivo del texto para la divulgación de ideas y
orientación de la sociedad que debe habitar un país, y para que éste sea un auténtico país. Hay que trabajar al país
y en dirección a la libertad.
Finalmente el capítulo 5 trata
de una propuesta de taller para la idea de reflexión, no ya en el inveterado
ambiente agrario y campesino, sino de una empresa industrial, donde el terreno
está más hecho para la reflexión y la conciencia de obreros, empleados y
gerentes. Allí se proporcionan los elementos teóricos para una aplicación y su
consecuencia de cambio no sólo social, sino también cultural. Se apela de
entrada a la responsabilidad individual, de suerte que si antes no se ha tocado
de lleno el proyecto de sociedad (modernidad, en sentido noble), ahora se
colocan las bases para ello. Así la propuesta de taller es toda una elaboración
teórica de los puntos del programa que se dictan en el aula según pueden verse
en el Apéndice. En el contenido programático nos ha interesado mostrar el
tejido en que está inmerso el contenido en el nivel del entendimiento teórico
para que no se desvíe el sentido de la propuesta.
Textos citados S.
Hurtado y A. Gruson (1993) [1983]. Gerencias
campesinas en Venezuela. Caracas: Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico,
UCV.
S.
Hurtado (1995) [1985]. Trabajo femenino,
fecundidad y familia popular-urbana.
Caracas: Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico, UCV.
S.
Hurtado (2008) [1988]. Ecología,
Agricultura y Comunidad. Caracas:Ediciones de La Biblioteca (EBUC), UCV.
S.
Hurtado (2000). Élite Venezolana y
Proyecto de Modernidad. Caracas:Ediciones del Rectorado, Universidad Central de Venezuela.
S.
Hurtado (2009) [2006]. “El Animal Urbano. Ensayo
sobre la ciudad de Caracas en tiempos de
extravío”. Revista Venezolana de Análisis
de Coyuntura, Vol. XV /Nº 2, Jul-Dic, 199-218. Reproducido en Revista Comunicación, Facultad de Humanidades y Educación, UCV, pp. 8-18.
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