martes, 21 de marzo de 2017

DE LA NECESIDAD DE AYUDA ESPECIALIZADA DEL PAÍS VENEZOLANO

La Gran Sabana con los tepuyes al fondo en la Guayana venezolana



DE LA NECESIDAD DE AYUDA ESPECIALIZADA DEL PAÍS VENEZOLANO.
[Venezuela] es también una tierra,
Pero una tierra sólo no es un país;
un país es la tierra y sus hombres.
Y un país sólo no es una patria;
una patria es, amigos, un país con justicia.

Antonio GAMONEDA. “Ferrocarril de Matallana”. Exentos I.
En Edad. Madrid: Cátedra, 1987, 149.

--Otro que también necesita de ayuda especializada y de él es que vinimos a hablar con usted, es el país.

--Ay, eso sí está complicado. El país se ha enredado mucho, ha perdido su simplicidad, su sencillez. Es un enredo retórico, es una confusión de términos gigantesca. El país perdió su modo de expresarse. No sé si antes era más claro pero al menos era más correcto. Se entendía lo que decía. Ahora el país no sabe hablar. Y así nadie sabe a qué atenerse. Se habla de una revolución y la revolución no se ve en ninguna parte. Se hablan de nuevos hombres y somos todos los mismos, están, estamos, los mismos hombres de siempre. Están los mismos vicios que acumuló la política nacional en los últimos 40 años de poder. No se ha ido ninguno. Los deseos de poder son los mismos y en Venezuela se le tiene un gran miedo al poder. Esa es una de las enseñanzas del general Juan Vicente Gómez: hay que tenerle miedo al poder.

--¿Será por eso que todos quieren el poder? La lista de candidatos a cualquier cosa crece y crece…

--Claro, porque con poder puedes conjurar el miedo que el poder despierta.

--¿El intelectual también siente miedo?

--El intelectual está igual que el país: confundido y miedoso. Cuando cayó la otra mitad del mundo, la mitad socialista, entramos en un completo estado de desorientación. Y es que las cosas eran muy sencillas cuando era blanco y negro. Del lado blanco estaba la justicia y el bien, y del negro la injusticia y el horror. A uno le bastaba con señalar con un dedo dónde es que estaba cada cosa. Esa mitad se nos cayó encima y nadie estaba mirando para arriba. Nadie se lo esperaba. Aquello parecía sólido, perpetuo, eterno, se vino abajo como si fuera virtual.
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Fragmento de la Entrevista de Rubén Wisotzki a Salvador Garmendia (2000). “El pueblo no sabe hablar”. El Nacional, Caracas, 23 de julio. Al año siguiente moría el gran novelista. Había nacido el año 1928 en Barquisimeto, estado Lara. Era uno de los narradores más sólido de la literatura venezolana actual.

En PUNTO DE VISTA, otro intelectual nos narra qué es lo que pasa con la mitad que se cayó que se nos cayó encima, la Rusia soviética, y por donde anda ese país después de 10 años que se cayó (1989 – 1999) con sus conflictos y síntomas. Es nuestro caso de comparación con Venezuela y su ausencia de buenos conductores de país: los intelectuales.

No existe viento favorable
Para aquél que no sabe a dónde va
(Séneca, filósofo hispanorromano, siglo I).

“¿Por qué ha dejado de funcionar el enorme país? Entre otras razones por la mezcla explosiva que pueden formar siete décadas de comunismo y una década suplementaria de corrupción. El Estado no sabe lo que ingresa, lo que gasta, lo que debe.
“En el seminario de la Universidad Internacional de Santander (Europa a los diez años de la caída del muro) se sostuvo que los occidentales no debieron financiar a Rusia hasta ver restaurada la clase intelectual, físicamente suprimida por los leninistas en 1917; altos y medios funcionarios, profesores, periodistas, investigadores… Sin la referencia de quienes producen pensamiento a largo plazo, todo pueblo vaga en el vacío. En esto, el comunismo chino fue diferente. Chu En Lai, nacido en el mandarinato, gobernó durante 30 años la República Popular. Hoy los profesores rusos mueren de hambre mientras los columnistas cantan las excelencias de sus señores. No ya el malestar: el sufrimiento se extiende en Rusia a millones de ciudadanos. Por cada año de desorden serán necesarios cinco de paciente restauración”.

Darío VALCÁRCEL (1999). “Daguestán, un nuevo síntoma”. ABC, Madrid, 13 de agosto (Fragmento)


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