viernes, 15 de julio de 2011

LA ORACIÓN DE MI JORNADA

A la bella Concetta


Extrañamiento


Mis piernas flaquean
Mi corazón arde
Mi sacralidad me mata
Oh Dios
¿cuál será mi camino?

Escucho voces
Pero ¿cuál es para mí?

¿qué puedo decir ante tanto extrañamiento?


Voces, voces, escucha amor mío,

como sólo lo escucharon los santos.


Hanni Ossott: Poemas selectos,
Bid & co. editor, Caracas 2004.
====


Misericordias Domini
In aeternum cantabo

(Salmo 89)

Pordiosero de mis días
te ví caminar cansado
y esperar junto a la senda
por si oyeras mis pasos.
Has ido, señor, nieve
en mi camino sembrando
para recoger mis huellas
en el cendal de tu mano.
Señor de estas montañas
Pastor de aquellos rebaños.
Cae la lóbrega noche,
¿habrá mañana y ocaso?

Para mi espíritu errante
que no quiso tu descanso,
en su loco desvarío
no oyó tu voz en su llanto.
Pordiosero de mis días
que buscas loco mis pasos,
la noche inunda mi alma
¿habrá mañana y ocaso?

Quise herirte con mi grito:
“eh, ya salió el sol dorado”
tras ti corrí en mi gozo,
pasé el valle, pero en vano.

Detente río sonoro
que recuerdas mis reparos,
escucha tú, cierzo mudo
de mi soledad arcano,
tú que ruges en la noche
¿habrá mañana y ocaso?

Acedo como anochece
pasó mi desdén por alto,
dulce como la mañana
marchitase mi regalo
y entre luces y sombras
entre victoria y fracaso,
soñé contigo, Señor,
en mi noche de reparos;
tras ti anduve a obscuras,
¿habrá mañana y ocaso?

Creo que al fin mi pena
se ha roto en descalabro
porque en mis noches, Señor,
te he amado cantando.
En mi sendero de estrellas
habrá mañana y ocaso.

Publicado en Imágenes de Villorido
Hortaleza (Madrid) 6 de Julio de 1961.

1 comentario:

  1. ¡que admirable detalle! Inolvidable e invaluable. Muy agradecida y encantada.

    ResponderEliminar