Este libro consiste en un ejercicio concreto sobre lo popular y el populismo en Venezuela. La ciudad política (la polis) por excelencia se ubica en el barrio marginal urbano. Según ello, cambia la relación de comunidad-sociedad, según la cual se sitúa teórica y prácticamente a las organizaciones de base) en la comunidad apuntando hacia a la sociedad, como su propio sentido de existencia. Protagonista en este fenómeno, el autor analiza con lujo de detalles locales las estrategias de las organizaciones populares, con miras a las identidades y solidaridades comunales que buscan articularse con la estructura sociopolítica de la sociedad. Se describen las redes de dicha articulación y se explican las manipulaciones de las relaciones locales, así como de los dispositivos formales de las grandes organizaciones y organismos del estado. La visión tradicional de la observación desde los “impactos” de la sociedad, se coloca al contrario: cómo los grupos comunales se organizan para incidir en la dirección societal y darle algún sentido a la dispersión de las grandes organizaciones y organismos del estado. Por eso, es fundamentalmente un estudio de la comunidad y sus dinámicas hacia adentro para colocarlas hacia el fuera social. Si la existencia social de lo popular se obtiene en las políticas populistas del estado sobre su territorio exclusivo, el comunal, la posible movilización de la sociedad civil de carácter popular en Venezuela, se encuentra comprometida entre los alcances de la confrontación del estado con las comunidades, y los posibles cambios de sentido de la tradición democrática (popular), que no es de sentido anglosajón. Si las identidades comunales alcanzan desarrollos crecidos podrían detonar nuevas realidades nacionales; pero necesitarían de nuevas condiciones socio-históricas que depuraran el sesgo populista y evitaran la claudicación de lo popular, “fagotizado” en manos del estado dominador.
viernes, 9 de julio de 2010
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