De Chachopo a Apartaderos (Andes venezolanos) |
Se hace un esfuerzo por mirar al interior del
abismo moral venezolano. El objetivo es impulsar las condiciones de posibilidad
de colocarle una explicación y superar dicho abismo. En muy pocas ocasiones se
ha puesto a la problemática venezolana
en conceptos. Dicha plataforma conceptual es indispensable para comprender y
establecer orientaciones sobre lo que ocurre en la organización social venezolana
y con ello empezar a solucionar sus problemas. Esta nuestra tarea que viene de
lejos edificándose a partir de la crítica a la cultura, en esta ocasión
colocamos el poema de Andrés Eloy Blanco para escenificar la locura política de
la familia: PALABREO DE LA LOCA LUZ CARABALLO. Nuestro Corifeo adelanta una
consideración sobre la soledad del país que puede derivar en su aislamiento (el
país se cierra) en vez de orientarse a su desarrollo interior: PAIS EN SU
SOLEDAD. Finalmente la conclusión de nuestro libro de antropología política
venezolana Tierra Nuestra que estás en el
Cielo, evoca el desamparo del pueblo y su reservorio político del país. El
título evoca a los apóstoles el día de la Ascensión del Cristo, la que se
siente como abandono: MIRANDO AL CIELO.
monumento a La Loca Luz Carballo |
PALABREO DE
LA LOCA LUZ CARABALLO
Los deditos de tus manos,
Los deditos de tus pies:
Uno, dos, tres, cuatro, cinco,
Seis, siete, ocho, nueve, diez.
Anónimo venezolano
De Chachopo
a Apartadero,
caminas, Luz
Caraballo,
con
violeticas de mayo,
con
carneritos de enero;
inviernos
del ventisquero,
farallón de
los veranos,
con fríos
cordilleranos,
con riscos y
ajetreos,
se te van
poniendo feos
los deditos de tus manos.
La cumbre te
circunscribe
al sólo
aliento del nombre,
lo que te
queda de hombre
que quién
sabe donde vive:
cinco años que
no te escribe,
diez años
que no lo ves,
y entre
golpes y traspiés,
persiguiendo
tus ovejos,
se te van
poniendo viejos
los deditos de tus pies.
El hambre
lleva en sus cachos
algodón de
tus corderos,
tu ilusión
cuenta sombreros
mientras tú
cuentas muchachos:
una hembra y
cuatro machos,
subida,
bajada y brinco,
y cuando
pide tu ahínco
frailejón
para olvidarte
la angustia
se te reparte:
uno, dos, tres, cuatro, cinco.
Tu hija está
en un serrallo,
dos hijos se
te murieron,
los otros
dos se fueron
detrás de un
hombre a caballo.
“La Loca Luz
Caraballo”
dice el
decreto del juez,
porque te
encontró una vez,
sin hijos y
sin carneros,
contandito
los luceros:
…seis, siete, ocho, nueve, diez.
Andrés Eloy
BLANCO,
Poeta y
político venezolano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario