Obsequio
a Maribel, mi hermana,
en
el día de su cumpleaños
He llegado a una isla sin caminos
para recorrer
céfiros de paz.
Los alcatraces se reparten el botín
de playas. El
turismo se desencaja
hasta en su sementera.
Del monumento se oye acedo el silencio:
a hachazos la justicia somete al derecho,
lo lanza decapitado por el balcón
patriota a los vacíos indigentes de la
ciudad.
Destino inercial del instante incierto…
De mi nao soberana desciende el croquis
de un país a argumentar.
Despiertos despegan los sueños
para no estrellarse en las montañas
opacas de selva, con ríos de azogue gris.
Cómo saberse exiliado en un lenguaje
agraz, después de sorber
su savia paradisíaca.
La cartografía se descorre espectral. Borra
cercanías y lejanías; las orientaciones
se quiebran, hasta exhausta el alma
queda desollada de sentido.
Qué iba a hacer en una tierra fantasma
a la que no había pensado llegar…
¿Cómo se destruye un país que no había
existido alguna
vez? ¿Puede
de la memoria en
problemas
exhumarse lo fecundo?
Voces relucientes caldean un empeño común.
La promesa eres tú; yo me bato por la promesa.
La Caranta-Pampatar, Isla de Margarita
12 de julio de 2014.
Publicado en Imágenes de Villorido
18 de julio de 2014.
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