El ton-ton de Santa Eulalia (Paredes de Nava) |
La Anormalidad es la Norma.
un sobre bomba
puño y letra de un
alma desgastada
hizo estallar de júbilo
a los poetas del barrio.
en la ciudad
encolerizada
y
en las noticias del mundo
hay
que morir para pertenecer.
Manuel LLORENS:
“yo maté a Andy Warhol, II”.
En Poema
para un lunes bancario. Caracas:
Fundación Centro
de Estudios Latinoamericanos
Rómulo Gallegos, 2006: 32.
La inflexión de la suspensión de los
comicios del 28 de mayo es un punto muy sensible para detectar si las
instituciones (del estado) funcionaron o se desplazaron sobre la inercia del
eje de las significaciones (culturales). Este eje de los desplazamientos lo
constituye el silencio de los “taitas democráticos” (presidentes del ejecutivo
y del congresillo). Cuando los voceros menores de ese silencio presidencial se
pronunciaban, se hacía solamente eco de las fallas técnicas, cuyos marcos se
amplificaban en el ámbito internacional: los dueños de la técnica eran las
empresas INDRA (española) y ES&S (estadounidense).
A la técnica se la concibe como una
hipóstasis, que para bien o para mal, está “fuera” de los alcances políticos
(racionalismo modernista). Cualquier estudiante de sociología sabe que en la
técnica se cristaliza un conjunto de relaciones sociales constituido dentro de
un contexto que le proporciona su inserción social. Ya desde el mes de enero de
este mismo año las posibilidades técnicas se encuentran en entredicho por las
denuncias de las agencias sociales: COFAVIC, Red de Veedores de la UCAB y
Queremos Elegir8.
Los marcos internacionales, bajo los
criterios de un nacionalismo etnicista, son encarados como instrumentos
políticamente sin rostro y por lo tanto
prescriptivamente leales al taita local con objeto de ser manejables por éste.
Aparecen como otra hipóstasis de lo “foráneo”; su manejo arbitrario es otra
oportunidad para dejar sanos y salvos de responsabilidad a los actores
políticos implicados y a sus decisiones, indecisiones o falta de decisiones, por un lado, y, por
otro, dejar a la razón técnica y a la razón de extranjeridad que funcionen como
exógenas para avenirse muy bien con el
modelo cultural: las causas del fracaso, de lo malo que nos ocurre, etc.
siempre están fuera o vienen de fuera.
Pero la “renuncia” del Consejo Nacional
Electoral (CNE) pertenece al paliativo técnico y foráneo, mientras las
responsabilidades auténticas se encuentran en el taita: su actitud de “lavarse
las manos” ha dejado desactivado el proceso crítico sin que el colectivo reaccione
exigiendo o tomando cuentas (políticas) al poder político en la figura del presidente. Sin interpelación alguna,
éste, por su parte ha venido apareciendo con la “cara muy bien lavada” (aquí no
ha pasado nada) como la inercia productiva que caracteriza a la cultura
matrisocial.
Cuando el Partido Socialista Obrero
Español (PSOE) perdió las elecciones en abril con notoria derrota, el candidato
Almunia, secretario general del partido renunció “ipso facto” a su cargo. Al
día siguiente, entre los comentarios de prensa de los otros países europeos,
resaltaba el que procedía de Italia, el país de la teoría política desde
Maquiavelo. El comentario en forma de juicio era: “ese (España) es un país
normal”. Esta renuncia se inscribe en un sistema democrático, por lo que dista
mucho de la abdicación del emperador Carlos V de Alemania y rey Carlos I de
España, pese al juicio que le merece Montaigne (Cf. Cunill, 2000), se ubicaba
en un plano personal, es decir, afectaba a un orden autocrático, reducido a la Casa Real y al proceso de
sucesión en el trono; el de Almunia implica a todo un sistema político
democrático que como tal afecta a la vida de toda una sociedad en su proceso de
sanidad (o normalidad) política.
La sociedad comenzó a cuidar su salud, y no
abandonarse a la suerte o destino. Para llegar a esto, recuérdese que en el
tránsito al constitucionalismo, España ha sido el país prototipo de las guerras
civiles durante casi dos siglos, asunto un tanto distinto de las montoneras
latinoamericanas que han sido siempre regresivas con sus taitas a la cabeza.
La comparación permite calibrar la
insanidad en que persiste Venezuela. Aquí ha ocurrido un descomunal desastre,
el del fracaso de los comicios electorales, calificados de megaelecciones
porque se pretendía relegitimar todo tipo de cargo público desde presidente
hasta junta parroquial, el de las inmensas pérdidas no sólo dinerarias, sino
también en trabajo, al mismo tiempo lo que representa el desvío de dichos
recursos de la producción y lo que significa la espera o estancamiento de la
economía y las decisiones sociales... y después de todo este desastre, la
situación política y su perspectiva se encuentran en el mismo sitio, y aun en
un punto regresivo porque lo que no avanza (se normaliza) se regresa. El caso
es que la intención de voto a favor del taita, que de nuevo se postula como
candidato, se mantiene alta. El análisis no se hace a partir de la “movida” de
los candidatos, sino de la percepción y acción del colectivo9.
En vez de un clamor general de
“pedirle” la renuncia, la masa popular le “da” (infantilmente) otra
oportunidad; en vez de tomarle cuentas, le consiente como una madre a su niño
pequeño y mimado. Es así como el pueblo venezolano siempre perdonó todo al
taita de suerte que este se cansa de gobernar: “El pueblo venezolano no está
dispuesto a asumir la conquista de la libertad como mérito y sacrificio. Guzmán
Blanco se canso de gobernar, Gómez se murió en la cama por largo rato, Pérez
Jiménez se fue del país después de estar en el poder por un largo período”
(Intelectual Ilustre en Hurtado, 2000).
Referencias
CUNILL,
Pedro (2000): “El ocaso del Emperador”. EL UNIVERSAL. Caracas, 3 de junio.
HURTADO,
Samuel (2000): Élite Venezolana y Proyecto de Modernidad. Caracas: ediciones
del Rectorado y Vicerrectorado Administrativo, Universidad Central de
Venezuela.
8 Son organizaciones de la
sociedad civil. COFAVIC es el Comité de Familiares de las Víctimas. Fue
constituido con ocasión de las víctimas del llamado “sacudón” o “caracazo”, la
explosión social ocurrida en Caracas durante los días 27 y 28 de febrero de
1989. UCAB es la Universidad Católica Andrés Bello cuya sede se encuentra en
Caracas. Queremos Elegir es una
organización cuyo propósito es orientar a las comunidades (vecinales) en
función de los valores de ciudadanía
9 Decimos “colectivo”, para
no tildar de popular a la cultura matrisocial, porque esta cultura no es sólo
del pueblo como clase baja, sino de toda la estructura social venezolana o
colectivo social. Aunque dicha cultura contiene una dosis de esquizoparanoia
étnica (desorden étnico), no la contiene en su proyección dentro de la
estructura social (no es un desorden típico, en términos de Devereux, 1975).
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Texto
tomado de Samuel Hurtado Salazar: “La democracia furtiva y el falso mito de la
participación”. INTENTO. Revista del
Doctorado en Ciencias Sociales, Universidad Central de Venezuela, 2001,
N| 1: 53-75. “La anormalidad es la norma” pp. 62-64.
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