Araguaney, el árbol nacional de Venezuela |
Se
han rebelado los árboles contra el sol
y la sequía
en mi jardín de frutales,
pretencioso
bosque montañero.
Por
su cuenta han comenzado la primavera
pimpollos en rosa de flor
tallos niños augurando mocedad
hojuelas de fúlgido ocre:
engendro
abundoso en hojosidad victoriosa.
Revuelta
con corazón de concierto enardecido,
en desquite por la pérdida
rítmica de la estación retenida;
su
demanda desahuciada: amor de lluvia tropical.
En
delirio a contratiempo no cabe otro deseo del ritual.
El
embeleso se ha subido a las alcándaras de la memoria
en contemplación sentado,
con la palabra original sin decir,
es
ya plegaria en salto de adoración al mundo de los otros.
Porque
los que dicen que aman al pueblo
-nostálgica primavera, política evanescente-
con alevosía de escondrijo,
en desatino certeros
han
organizado su desjarrete impuro.
Los Teques, 21 de abril 2016.
Publicado en Imágenes de Villorido
30 de mayo de 2016.
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