Opúsculo de la
estrategia gerencial
El
management o la administración de lo
social
en el hogar campesino y en la familia popular-urbana
Samuel
Hurtado Salazar
Universidad
Central de Venezuela
Facultad
de Ciencias Económicas y Sociales
Doctorado
en Ciencias Sociales
Caracas 13 de mayo
2020
Opúsculo/7
ÍNDICE
Índice de Cuadros
Presentación. Del pagano refugio a la incursión en la
ciudad.
Capítulo 1. Estrategia Gerencial del Hogar Campesino
A. Condición de Niños y Jóvenes en el
campo y estrategia del hogar.
B. Un
Modelo para la Estrategia y Gerencia Social.
1. Nociones de estrategia y gerencia.
2. Criterios tipológicos.
C.
Tipología de las Gerencias de Finca
1. Justificación: criterios de contenido
de la variación tipológica.
2. Descripción de las cinco estrategias.
a.
Gerencia de agricultura itinerante.
b.
Estrategia gerencial autónoma.
c.
Estrategia gerencial fomentada.
d.
Estrategia gerencial usurpada.
e.
Gerencia de asalariados agrícolas.
Conclusión
Bibliografía
Entreacto. El Problema de la Tierra. Tecnología y
Ecología.
1. Formas de Ocupación de la Tierra.
2. Unidades de Explotación y Volumen
Explotado.
3. “Boom” Agrícola y Agotamiento de la
Tierra
4. Finisterre
o la terminación de la ‘Cultura de la Tierra’.
5. “La Tierra para el trabajador” y
Todas sus Mejoras también.
6.
Conclusión: Dos Alternativas para los Agri-Cultores de Paria.
Bibliografía.
Siglas
Capítulo 2. Estrategia
Táctico-Gerencial de la Familia Popular-urbana.
A.
Trabajo Femenino y Conexiones estructurales con el sistema urbano.
B.
Estrategia Social y Articulación Popular en la Ciudad.
1. El modelo de estrategia social y el
‘locus’ de lo popular.
a.
La estrategia social.
b.
el ‘locus’ de lo popular.
2. La dinámica de la articulación
conectiva estructural.
a.
El concepto de ‘articulación social’.
b.
El concepto de ‘procesos de articulación social’.
c.
El concepto de ‘dinámicas de conexión estructural’.
C.
Variaciones Tipológica de Estrategia Social.
1. La tipología y los modelos
diferenciales.
2. Descripción de los modelos de
estrategia social.
a.
La estrategia de Carencia o los mal-llamados marginales.
b.
La estrategia de Emergencia o el papel insustituible del
trabajo
femenino
c.
La estrategia de Insuficiencia o la economía del salario único.
d.
La estrategia de Complementariedad o el paradigma de la
suficiencia
económica.
e.
La estrategia de Autonomía o los límites de la clase baja popular.
f.
La estrategia de Ostentación o la diferenciación social en el
espacio
popular-urbano.
Conclusión:
la dinámica de la conectividad estructural en la estrategia
social
de la familia
popular-urbana.
Bibliografía.
Apéndice
Recomendaciones para la Orientación de Proyectos
Sociales.
1. Ni conuqueros, ni granjeros,
campesinos.
2. La selección de los campesinos y el
proceso agrario independiente.
3.
La finca como vía de preservación y valoración de la tierra.
4
.Vivir mejor: exigencia de la socioeconomía campesina y en su apoyo
(mujeres y menores)
5.
El cultivo intensivo y la tecnología apropiada: huerto experimental, vivero,
equipos,
paquetes tecnológicos.
6.
Diversificación económica y gerencia social del hogar campesino.
7.
Crédito o subsidio y autonomía campesina.
8.
Comercialización organizada y responsabilidad mercantil.
9.
Equipo de trabajo colectivo y transición productiva.
10.
Bodega comunal y servicios locales.
11.
Excedente económico y coherencia de los gastos familiares.
12.
El vivir mejor y la revalorización cultural de la imagen del campesino.
Bibliografía
Presentación. Del pagano refugio a la incursión en la
ciudad.
Para entender –en ocasiones-
hay que cerrar el libro.
Andar hacia adentro
del bosque. Dejar el hacha.
Perderse en la espesura y oír viejas
historias.
Que las ramas rocen nuestro rostro.
Volver a lo sagrado.
Y observar cómo la noche
tarda en llegar
al pagano refugio.
Luis Díaz Viana (1996). Pagano refugio.
“Dentro del bosque, 5”.
Valladolid: República, p. 19.
Aunque sin la ciudad no somos nadie,
tratamos de entrar y estar en ella pero con deseo y realidad de devolvernos a
nuestro campo, a nuestro barrio. Siempre guardando nuestro ser y medida
extramuros: allí es donde nos conseguimos con nosotros mismos como gente del
campo (campesinos) o gente del barrio segregado (pueblo alrededor de la
ciudad).
Nuestra cultura nos ha establecido como gente del campo, que aún
viviendo a las puertas de la ciudad, seguimos con la cultura de gente de
relaciones primarias y la medida del conuco, de la pequeña finca o de
asalariados agrícolas; gente, al fin, del pueblo, aldea o caserío, del barrio,
del pago como nuestro refugio vital donde el hogar y la familia concentran la
autenticidad de lo que somos. Somos paganos
de nosotros mismos y sin saber si estamos en ese refugio de nosotros mismos al
funcionar no tanto con el ontológico del ideal del yo (el deber ser social)
sino con el ideológico del yo ideal (el apetente ser pre-social).
Con el delirio ideológico fabricamos
los deseos y los sueños, los milagros de la apetencia diaria esperando que se
nos auto-cumplan, porque somos vástagos de la suerte y la realidad encantada,
digna de los dioses, esperando como los bárbaros (extraños) llegar a la ciudad
¿para deleitarnos o para administrar nuestro esfuerzo de haber entrado en ella?
Allí están nuestros deseos y apetencias que no pueden diluirse en una nada de
encantamiento y miseria.
Debe haber calma en nuestros propósitos porque no
sabemos si queremos ir a alguna parte, o con la ciudad incorporada a nuestro
imaginario para disfrutar de su realidad en el retiro cultural del campo o del
barrio popular, pagano refugio de nuestra ser de selva venezolana hecha bosque
con la finca, el rancho y el conuco. Sin nuestra incursión en la ciudad no nos
reconoceríamos en lo que somos como gente con disfrute pre-social.
¿Cómo manejar con la razón
instrumental, y aún con una estrategia vuelta táctica ese ser venezolano que
espera que llegue la suerte o el milagrito para que desde fuera, desde algún sitio
transcendente (mágico divinal) se arreglen nuestros problemas sin organizar
estrategia alguna gerencial sobre las dificultades de realidad con que se
encuentra nuestra acción? Kavafis
nos da la pauta de que los bárbaros (los otros, los extraños) no vendrán, no
pueden venir para solucionar nuestros deseos apetentes. Y Jorge Guillén nos
dirá que ya los bárbaros están, no se han ido de nuestras vidas, los llevamos
por dentro como sustancia de nuestro ser étnico cultural.
En Venezuela, con su
cultura matrisocial no hemos alcanzado a adquirir esa mínima razón
instrumental, desencantada (Weber), con la que se dificulta nuestro manejo del
ser natural del que no nos hemos desprendido. Seguimos con nuestros dioses de
encantamiento seducidos, generando problemas a esa combinación que debiera ser
armoniosamente encantadora del campo con la ciudad, y de la ciudad
con el campo. En la inicial de nuestra historia nos hicieron ciudad, pero el
camino por la historia nos ha estacionado con el campo en apetencia de ciudad.
En esa apetencia, que ya como conuqueros no hemos dejado de mostrarlo en
nuestra estructura social (consciente) y en nuestra cultura matriarcal
(inconsciente).
Organizamos este opúsculo contando con
la mirada en retrospectiva de nuestra trayectoria de investigación formal con
40 años en el haber (1980-2020)
y con el añadido anterior de experiencia etnográfica con 12 años más.
El objeto del talante retrospectivo testifica la instalación de las primeras
piedras por entender a Venezuela, un país y una cultura, muy particulares.
No
basta vivir para saber de la vida (sabiduría silvestre de los nativos, siempre
principiantes del saber), pero sin haber vivido el país y la cultura, la
sabiduría pretendida como científica, nunca madurará como valor de científica objetividad. Bastide entra a vivir en la organización mágico-religiosa que
estudia en Brasil (Bastide, 100; Gruson, 1988);
la etnopsiquiatría de Devereux da cuenta de esa incursión participativa
necesaria del investigador en su objeto de estudio (Devereux, 1973: 50) y la
sociología de buena calidad nos dice que la intervención sociológica para
llegar y entrar a la realidad social se convierte siempre en un asunto frágil.
No sabemos si vendrá la aplicación de
la estrategia gerencial a nuestras vidas, a nuestros saberes, a nuestros deseos
y actividades, a nuestro interés en hacer ciencia para hacer mundos, pero no
podemos esperar de esa aplicación la solución última de los problemas en que
nos coloca la realidad, así como de la estrategia gerencial aplicada no se van
a solucionar inmediatamente los problemas que se le presentan al campesino y al
pueblo en la ciudad segregado, cuando piensan en o van y vienen de la ciudad,
pero al menos algo explicamos, y algo, siempre algo, consiguen el campesino y el
segregado urbano: al menos han estado en la ciudad disfrutándola como símbolo
inconsciente de su asombro, igual que el investigador en su tarea subjetiva con
sus obras objetivas. Hay algo que nunca duerme, --como dice otro poeta, asomado
al venero en la Cumbre de Urbión, donde “sin cesar nace y llora el niño [río]
Duero”— es nuestro ser étnico-cultural empeñado en construirse un proyecto de
sociedad, y, por lo tanto, es el que al fin dirige nuestro sentido de realidad
para la orientación de la acción.
Nuestra acción en este momento es la
presentación del sentido que tiene la reunión en un opúsculo del tema de la
gerencia social, con sus adherentes instrumentalizados: estrategia, táctica y
decisiones; sus conceptos: articulaciones, conectividades; y sus contenidos a
analizar: lo social, lo cultural y lo estructural; todo lo hacinado de nuestros
primeros textos, por no decir antiguos, en investigación social y cultural.
Alguno hubo que digitalizar, y aprovechando la ocasión, corregirlos y a veces
actualizar alguna redacción imprecisa u oscura.
Constituyen las partes más teóricas de
las tres obras de investigación: en los capítulos se refieren al planteamiento
sucinto del problema y el modelo conceptual; el entreacto y el apéndice se
dirigen por su propia lógica.
El capítulo
1 pertenece a Gerencias campesinas en
Venezuela, cuya autoría compartimos con Alberto Gruson. Redactado en 1983,
es publicado en 1993, por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico, de
la Universidad Central de Venezuela (UCV), se reproducen las pp. 14-18,
72-96. El capítulo 2 es de nuestra
autoría solamente y pertenece a Trabajo
femenino, fecundidad y familia popular urbana. Estudio en modelos de estrategia
socio-económica popular en Caracas. Es redactado en 1984 aunque su
publicación es de 1995 por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de
la UCV. Se construyó como trabajo de ascenso a profesor asistente en la
Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), recibió el premio municipal de la
Alcaldía de Caracas, en 1996, y ha sido, entre las nuestras, la primera obra
agotada en su venta. Se reproducen las pp. 31-36, 85-111.
Finalmente el
Entreacto y el Apéndice son extractos de nuestro libro Ecología, agricultura, comunidad. Diagnóstico en la península de Paria
(Venezuela) para la orientación de proyectos sociales. Caracas: Ediciones
de la Biblioteca (EBUC), UCV, 2008). Se reproducen las páginas: 81-94, 135-153.
Su realización y construcción fueron los años de 1989 y 1990. Una motivación
fuerte para su publicación provino de la creación del Instituto Nacional de
Tierra (INTI) ¡qué tanto sabe el venezolano de la tierra!, ¡si tiene el talante
de conuquero, y por lo tanto de un saber de la naturaleza (la tierra) desde su
situación de la naturaleza y adolece de la orientación de la acción social!
No tanto sabe del agua el pez como el
bañista desde la playa escudriñando el mar y su capacidad de servicio (o
naufragios) con relación al hombre y la sociedad. El problema de la gerencia
como constructo sociológico nos ofrece un margen de playa para que la
antropología social estudie desde su perspectiva analógica conceptual las
estrategias y las tácticas, con que puede conceptuamente maniobrar (management) para producir un desafío señero a la
producción del conocimiento sobre la sociedad y la cultura en los ambientes que
se le ponga; si es auténtico este afán, debe llegar a ofrecer, como
recursividad, y así relanzar nuevos planteamientos a los “retos de la
investigación en gerencia” (Cf. Jesús Silva Pacheco y Esmelin Antonio Graterol,
2014).
BIBLIOGRAFÍA
--Bastide, Roger (1976). El sueño, el trance y la locura. Buenos
Aires: Amorrortu.
--Bourdieu, Pierre (2008). El sentido práctico. Madrid: Siglo XXI
de España.
--Devereux, Georges (1973). Ensayos de etnopsiquiatría general.
Barcelona: Seix Barral.
--Díaz Viana, Luis (1996). Pagano refugio. Valladolid: República.
Gruson, Alberto (1988). “Sobre la
religión popular”. Presencia Ecuménica,
Caracas /7.
--Guillén, Jorge (1979). Aire nuestro y otros poemas. Barcelona:
Seix Barral, Crítica.
--Hurtado, Samuel (1991). Dinámicas comunales y procesos de
articulación social: las organizaciones populares. Caracas: Trópikos –
APUCV, UCV.
--Hurtado, Samuel (2018). “Magia y
política de vivir a gusto”. En Carlos Delgado F. y Jaime Palacio R., Público y sagrado. Caracas: abediciones,
85-105. Reproducido en SHS (2018). Identidad
a contraluz. Caracas: FACES – UCV, 125-143.
--Hurtado, Samuel (2019). País ulterior. Más allá de las fronteras del
conocimiento las cumbres del penar trashumante. Caracas: ed. FACES – UCV.
--Hurtado, Samuel (2020). La fiesta interminable. Crítica inmanente y
transcendentalidad del concepto de matrisocialidad. Caracas: ed. FACES –
UCV.
--Marina, José Antonio (2004). El laberinto sentimental. Barcelona:
Anagrama.
--Silva Pacheco, Jesús y E. Antonio
Graterol (comp.) (2015). Retos de la
investigación en gerencia. Caracas: Guardagujas. Cuadernos de Postgrado,
33, CEAP, FACES - UCV.
--Touraine, Alain (2005). Un nuevo paradigma para comprender el mundo
de hoy. Barcelona: Paidós Ibérica.
Caracas, Los Chaguaramos
13 de mayo de 2020