
Conclusión: tras la mira del panóptico societal.
Tal ha sido nuestra experiencia en la investigación de la familia venezolana con la operación de la entrevista en profundidad a un mínimo de cuatro familias y una quinta para su comparación. Se trató de conocer a profundidad (inconsciente) con un grupo mínimo de familias la estructura psicodinámica básica, por oposición a conocer muchos grupos de familia con lo que se lograría sólo un poco a nivel de superficie, esto es, de estructura social y económica.
El esfuerzo fue grande, de suerte que a nivel de la inferencia sociológica pudimos establecer un constructo de explicación tal, el de matrisocialidad, desde el cual hemos podido examinar otros temas, y con la pretensión de principio epistémico para ver y examinar la totalidad de los interrogantes en la organización social venezolana.
El problema es ahora cómo, a partir de la esquizoparanoia sobre la realidad que impulsa culturalmente dicha estructura familiar, los portadores de tal cultura pueden observar, para comprender, la cultura que portan y moverse genuinamente con el análisis por las relaciones sociales como un todo, considerando además a la sociedad como proyecto
¿Cómo superar la dificultad en dichos autores cuando lo objetivo y lo subjetivo que anidan como acto total en el inconsciente, se presenta este acto como esquizoide y, como consecuencia, la actividad del inconsciente se halla fuera de la comprensión subjetiva, y por lo tanto, fracturada en su visión?
¿Cómo encontrar el quiebre que originan los complejos matrisociales y cómo restablecer la conexión entre el yo y el colectivo social venezolano, para reconfigurar “el nos-(-otros) venezolano” y con ello llegar no a los bordes, sino al centro ecológico mismo de El nosotros venezolano con que titula Carlos Delgado Flores (2014)?
Aquí entran en juego las dicotomías de lo propio y lo extraño, de la pertenencia y la ajenidad, de la cercanía y la distancia, de lo íntimo y lo foráneo, para ser reorganizadas y trascendidas como tricotomías de genuinas extrañezas, distancias, ajenidades, foranidades… Se trata que las socioterapias subsecuentes o ulteriores, de carácter cognoscitivo, permitan cambiar el sentido de la cultura en el inconsciente del observador-portador y que éste conecte en la enajenidad con lo universal, en el exilio con los otros, en lo forastero con los extraños…., para que la comprensión de sí mismo en esa centrífuga que otorga lo recursivo, se devuelva lo propio como centro íntimo después de ser extrañado, enajenado, distanciado, intercambiado con lo otro cultural y cognoscitivamente.
Salir de lo propio para involucrarse y apropiarse de lo extraño, implica dejar atrás el placer infantil para emprender el camino esforzado a la universalidad, a la sociedad (Hugo de San Víctor en Said, 344, y Lévi-Strauss, 1974: 49) , y adquirir la herramienta conceptual de la societalidad (Hurtado, 2020: 50).
Colocarse en el descentramiento narcisista o en la trashumancia social, es situarse más allá de sí mismo a partir del yo, de mi familia, de mis conocidos (personales), para crecer con el sí mismo (impersonal, distante) de los demás en un esfuerzo de proyecto conjunto. Para avanzar, más allá del yo, a los otros de nosotros (nos-otros) con ayuda del ello. Esto ya es aspirar al infinito, a la perfección de sí mismo, como propone Newton en el motivo inicial que hemos propuesto en este estudio y que reflexiona como filósofo, dando muchos rodeos a su pensamiento, según Buber (1966), y pensarlo como exiliados según mandato del inconsciente y el mito (Cf. Sennett, 401).
La etno-psicoanalización es la técnica más expedita y garante de proponerse este camino, en ex-periencia viandante, para poder estar en todos los sitios que demanda un panóptico societal. De este modo, hemos venido colocando los ladrillos de un panóptico etno-psicoanalítico con el propósito de que tenga la potencia de observación con respecto a la previsión del proyecto de sociedad en sus diversas circunstancias históricas.
De ahí la necesidad de un panóptico de tal calibre de visión que se constituya también en un panóptico de alcance societal.
Referencias
Buber, Martin (1966) [1923]. I and Thou. Edinburg: T. &T. CLARK. Second Edition.
Delgado Flores, Carlos (2014). El nosotros venezolano. Caracas: Abediciones, Universidad Católica Andrés Bello.
Hurtado, Samuel (2020). La fiesta interminable. Crítica a tres golpes del concepto de matrisocialidad. Caracas: ediciones digitales, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, Universidad Central de Venezuela.
Lévi-Strauss, Claude (1974). “La familia”. En Lévi-Strauss, Melford E. Spiro y Kathleen Gough. Polémica sobre el origen y universalidad de la familia. Barcelona: Cuadernos Anagrama 68.
Said, Edward (2002).Orientalismo. Barcelona: Random House Mondadori.
Sennett, Richard (1977). Carne y piedra. El cuerpo y la ciudad en la civilización occidental. Madrid: Alianza.
-----------
VIII. Acápite del texto de Samuel Hurtado: “Panóptico Etnopsicoanalítico en las ciencias del comportamiento. El acto de observación”. Caracas, 10 de abril de 2023, 51 pags.