sábado, 20 de noviembre de 2010

ÁRBOL DE NAVIDAD


Compañero latente. Amigo acogedor

a la fatiga. Savia en habitualidad

de gozo selecto.

Rescoldo íntimo para el quehacer grato.

Nido de torcaces, ensortijados,

y siempre abiertos

en tu cabellera.

Coto sagrado, sabrosamente eterno,

con pomas del paraíso.

Cierzo, cada atardecer, por los jardines de la ciudad

y de la inteligencia.

Fronda escarchada para

nuestra alegría. Señor de los campos. Enciendes

apetitoso la sazón en las semillas

y en el ingenio tras la nieve; y al exhalar nuestro vaho

haces que sepamos a laboreo de bueyes nuevos

desmontando, en nosotros mismos,

nuestra tierra negra. Hombre vegetal:

más vegetales

aún tus resinas de luz y elegancias...

Árbol navideño,

prosperidad de la dicha.




Salamanca, navidad 1965

Publicado en Imágenes de Villorido